TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Camilo Sánchez Alcaraz

¿Peatones daltónicos o imprudentes?

Desgraciadamente algunas veces se es testigo en la ciudad de cierto hecho que confirman esas tristes noticias que nos llegan a través del periódico. Me refiero a las que cuentan el atropello de alguien en alguna calle o avenida de nuestra ciudad, y en ocasiones con un resultado trágico, luctuoso. Mayormente creemos que el responsable, por no decir culpable, es el conductor del vehículo implicado en el accidente. Pero no siempre es así, ni mucho menos. Al contrario, muchos de estos sucesos están provocados por peatones despistados o, y esto ya es peor, por peatones imprudentes, y además faltones, a los que el muñeco en rojo del semáforo parece no decirles absolutamente nada, como si fuera un mero adorno del mobiliario urbano. Con esta transgresión de la norma ponen en peligro no sólo su vida, sino también la del conductor que intenta por todos los medios esquivarlos y evitar el atropello. ¿O es que acaso no hemos tenido noticia de más de un motorista muerto al estrellarse al tratar de no llevarse por delante a un peatón que cruzaba por un sitio indebido o porque había hecho caso omiso del semáforo que le indicaba que debía aguardar en la acera hasta ponerse en verde? Alguna que otra vez se ve a ancianos solos cruzando una avenida de varios carriles como si fueran por el campo, ajenos por completo al peligro. ¿Dónde están sus familiares? ¿No hay nadie que los acompañe? Otras, no son tan mayores lo que, hablando por el móvil tranquilamente, como si estuvieran en el salón de su casa, se pasan de una acera a otra ignorando el tráfico. Y para colmo, ante el claxonazo del coche o de la moto, cuyos conductores han echado mano de sus mejores reflejos para evitar lo peor, responden maleducadamente con una imprecación, cuando no con un insulto. Las campañas de tráfico pidiendo precaución y buen comportamiento ponen siempre el foco en los conductores, pero yo, francamente, echo de manos alguna que otra dirigida a esos peatones inconsecuentes que, hay que admitirlo, son un peligro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios