La Guardia Civil sospecha que el agricultor fue ejecutado a sangre fría
La Rinconada
Dos especialistas en inspecciones oculares llegados de Madrid refuerzan el equipo de investigadores de La Rinconada.
La Guardia Civil sospecha que el agricultor de La Rinconada asesinado el pasado domingo fue ejecutado a sangre fría. Así lo indicarían las circunstancias en las que se encontró el cadáver, que presentaba un único disparo en el cráneo y tenía la cabeza envuelta en una bolsa de basura. La Guardia Civil ha enviado a dos especialistas de Madrid para reforzar la investigación que dirige el equipo de Policía Judicial de La Rinconada.
Se trata de dos expertos en inspecciones oculares del servicio de criminalística de la unidad central de la Guardia Civil, cuyo trabajo consiste en estudiar el lugar en el que fue hallado el cuerpo para tratar de establecer algún patrón o rasgo similar con otros asesinatos ocurridos en España, y encontrar indicios que puedan ayudar a identificar al autor del crimen. En Sevilla no se recuerda ningún crimen parecido en los últimos años, por lo que no se descarta que se trate de un asesinato por encargo.
La Guardia Civil está investigando si la víctima había contraído recientemente alguna deuda, que reforzaría la teoría del ajuste de cuentas, si bien no se ha descartado ninguna línea de investigación, ni siquiera que la víctima fuera asesinada por error. Los dos agentes llegados de Madrid y el equipo de investigadores de La Rinconada estuvieron todo este lunes inspeccionando de nuevo la nave industrial del polígono La Jarilla en la que fue descubierto el cadáver, mientras otro grupo de guardias buscaba posibles testigos que vieran algo extraño la tarde del domingo en un recinto industrial en el que apenas había nadie.
Manuel Gutiérrez, de 46 años, padre de tres hijos y vecino de San José de la Rinconada, fue encontrado por un amigo suyo sobre las cinco de la tarde del pasado domingo. Se encontraba en el interior de una nave industrial de su propiedad, que utilizaba para guardar herramientas y maquinaria agrícola. La víctima se ganaba la vida como agricultor y había salido de su casa la mañana del domingo para dirigirse a la nave y preparar las máquinas para la cosecha de la patata. Dijo a su familia que volvería a la hora de comer e incluso llamó a su esposa asegurándole que no tardaría mucho en llegar. Su tardanza hizo que los familiares y amigos salieran a buscarle y uno de sus allegados lo descubrió en su nave, que tenía la puerta entreabierta. Este lunes también se practicó la autopsia, que confirmará la hora de la defunción.
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