Incendios forestales en Sevilla: el peor año en una década
medio ambiente
Los fuegos han arrasado más de 1.500 hectáreas de arbolado y matorral, sobre todo en la Sierra Norte y el Corredor de la Plata
La escasez de precipitaciones y las altas temperaturas han favorecido el repunte
Cuando el frío arrecia, los incendios forestales dejan de ser noticia, aunque la realidad de las pérdidas que suponen continúe. Los expertos no se cansan de repetir que cuando no hay urgencias es el momento de hacer balance y de empezar a trabajar, porque planificación y prevención son claves para lograr que, llegado el momento, un fuego no adquiera grandes dimensiones. En el caso de Sevilla, tomar conciencia de ello es importante, porque el verano que se ha quedado atrás, con unas condiciones meteorológicas muy adversas, no ha sido bueno. Según los datos todavía provisionales de la campaña del Plan Infoca (que se cierra con el año, el 31 de diciembre) el periodo de riesgo en incendios se ha saldado con casi 1.647 hectáreas de superficie forestal quemada: arbolado y matorral, que equivalen a más del 10,5% de todo lo que ha ardido en Andalucía.
Con los suelos agrícolas afectados, el dato se incrementaría. Pero aún así ya es el peor que se registra en una década. Atendiendo a la evolución, en los últimos años, se percibe un incremento. En 2015 ya se produjo un salto, con más de 514 hectáreas afectadas por incendios forestales, frente a los años anteriores, en los que pocas veces se había llegado a las 250, que eran el resultado en su mayoría de pequeños fuegos o conatos, en los que la superficie forestal quemada no llega a la hectárea. En 2016, el grave incendio en El Castillo de las Guardas ya elevó la cifra a más de 1.400 hectáreas y la cifra ha vuelto a superarse este año.
Según los datos aportados por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, las comarcas más afectadas por los 122 fuegos que se han producido hasta el 31 de octubre en Sevilla, son las de el Plan Infoca divide como Vega-Sierra Norte y Sierra Norte. Es decir, se corresponden con el entorno del Parque Natural de la Sierra Morena sevillana -en la nueva denominación que se le quiere dar- o su corazón mismo, que hasta ahora había salido casi indemne del fuego. En esta área se sitúa casi el 61% de la superficie quemada. Otro 30% está dentro de la comarca del Corredor de la Plata -colindante con el parque natural sevillano y a la Sierra de Huelva-, en la que los incendios se han cebado sobre todo con la zona más septentrional.
En la Sierra Norte tuvo lugar el incendio más grave de este verano en Sevilla, el 8 de septiembre, en el monte de la Junta de Las Navas-El Berrocal, que recorrió una superficie de 1.165 hectáreas: 279,94 de arbolado, 426,94 de matorral y 458,57 de pastos, según los datos provisionales de la Consejería de Medio Ambiente. Gran parte era de la dehesa. Por segundo año consecutivo, el fuego atenazó además a El Castillo de las Guardas, a cuyo término llegó el incendio que se declaró en La Granada de Riotinto (Huelva), también el 8 de septiembre. De las casi 4.170 hectáreas arrasadas por el mismo, unas 770, se corresponden con la provincia, el 18%. Obligó además a trasladar a 510 vecinos de varias pedanías.
10,54%
Superficie andaluza afectada. El nivel 1, que implica riesgo para personas y bienes, se activó 3 veces.
Fue una de las tres ocasiones en las que, a lo largo del verano, se tuvo que declarar en Sevilla el nivel 1 del Plan de Emergencias por Incendios Forestales, que implica que la evolución del fuego puede derivar en riesgos para las personas y los bienes. Las otras dos fueron el 24 de junio, por un incendio en el término de Castilblanco de los Arroyos y por el que se declaró en La Puebla del Río el 23 de julio.
Desde la Consejería, se relaciona esta aumento de la superficie afectada por incendios con la climatología. La campaña comenzó con un mes de junio "extremadamente cálido -el más cálido desde 1965, subrayan-, con una temperatura media que se situó 3 grados centígrados por encima de la media de este mes". En julio y agosto la temperatura también fue 0,9 y un grado por encima de lo normal. Durante el verano, se han producido tres olas de calor: entre los días 13 y 21 de julio; del 12 al 16 de julio y cuando se registraron las temperaturas más elevadas del verano; y del 2 al 6 de agosto. A ello se sumo un verano seco o muy seco "en extensas áreas del cuadrante suroeste peninsular", y donde las precipitaciones no alcanzaron los 10 mm (milímetros de agua por metro cuadrado). "Tanto las elevadas temperaturas como la escasez de lluvias provocaron un extraordinario estrés hídrico en la vegetación que quedó predispuesta a arder con facilidad", resumen. Estas circunstancias obligaron a aumentar el periodo de prohibición del uso de fuego en espacios forestales o de influencia forestal 15 días, hasta el 31 de octubre.
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