La Fiscalía de Sevilla ha pedido diez años de cárcel para un ciudadano inglés que atropelló al empleado de una gasolinera de Guillena tras repostar 50 euros e intentar huir sin pagar. El acusado Wayne A.F., de 34 años, repostó 50 euros hacia las 16:20 del 12 de enero de 2012 en la gasolinera Los Arcos situada en la carretera N-630 en el término de Guillena, y a continuación entró en la tienda y dijo a los empleados que, como no tenía dinero, "ya pasaría otro día a saldar la deuda".

Cuando los empleados pretendían abrir el depósito del combustible de su autocaravana para recuperar lo repostado, el acusado "se subió al vehículo, lo arrancó y pese a percatarse de que delante de él se encontraba Antonio D.G. a corta distancia y que lo iba a atropellar, emprendió la marcha de modo súbito e inesperado", según el escrito de acusación del fiscal. Con su acción "aceptó que era muy probable que lo atropellara y le causara la muerte", dice el fiscal, que por ello imputa al conductor un presunto delito de homicidio en grado de tentativa, por el que solicita 7 años de cárcel.

Junto a ello, la Fiscalía solicita otros tres años de cárcel por un delito de robo violento y 4.860 euros de multa por un delito contra la seguridad vial ya que conducía su autocaravana sin tener el correspondiente permiso, que "no había obtenido nunca". El empleado atropellado quedó malherido en el suelo y, pese a la gravedad de las lesiones, no falleció gracias a la rápida atención médica que le fue dispensada, según la acusación. A consecuencia del impacto, el empleado sufrió una hemorragia subaracnoidea, contusión en la cabeza, fractura occipital, contusión dorsal y síndrome vertiginoso, lesiones por las que estuvo siete días hospitalizado y tardó en curar 85 días.

El trabajador ha renunciado a la indemnización que pudiera corresponderle ya que ha sido compensado por la compañía de seguros, pero el fiscal solicita 5.622 euros para el dueño de la gasolinera por los gastos derivados del empleado que tuvo que contratar para sustituir al lesionado. El acusado quedó libre en octubre pasado, después de casi nueve meses encarcelado, tras una comparecencia en la que declaró al juez que no quiso atropellar al trabajador sino que giró a la derecha para esquivarlo, aunque no pudo evitar arrollarlo porque la víctima se había colocado frente a su vehículo en la zona central o izquierda.