Tribuna de Opinión
La oportunidad para Sevilla: movilidad y flexibilidad, fiel a su esencia
Más de medio centenar de agentes de diferentes grupos de la Policía Nacional venidos de diversos puntos del país, entre ellos varios equipos del Grupo Especial de Operaciones (GEO) y de los Grupos Operativos Especiales de Seguridad (GOES), han participado en una operación para liberar a dos hombres que durante cinco días estuvieron secuestrados en una finca de la urbanización Tarazona, junto a la A-4, en el término de La Rinconada. Durante ese tiempo estuvieron atados de pies y manos y recibieron palizas. Tras su liberación, han tenido que ser hospitalizados, aunque no se teme por su vida. El motivo del secuestro era una deuda de 100.000 euros fruto del narcotráfico, según informó ayer la Policía.
Tanto las víctimas del secuestro como las cinco personas detenidas durante la operación son españoles y vecinos de la ciudad de Sevilla. Los arrestados tienen 18, 26, 27, 38 y 47 años y, según confirmaron fuentes policiales, la mayoría de ellos tiene antecedentes por tráfico de drogas y robo, entre otros delitos. De momento, la operación está cerrada salvo que, una vez que se le remita la documentación al juez, pida que se amplíe.
El secuestro de las dos personas se produjo el día 1 de diciembre, a mediodía. Al día siguiente el familiar de uno de ellos lo denunció, porque temía por su vida. A partir de ahí, se inició una investigación que determinó que podrían estar en esa finca situada junto a la autovía de Madrid, un chalé con tres casas, en calle Betis de la urbanización. Las investigaciones confirmaron que se trababa de un grupo peligroso, armado y perfectamente organizado, que vigilaban dentro y fuera de la casa, con relevos establecidos y vinculado al tráfico de estupefacientes. Y se preparó un dispositivo acorde, con agentes desplazados desde Madrid, Sevilla, Ceuta y Guadalajara y apoyo aéreo. Sobre las 4:30 de la madrugada del día cinco, los agentes irrumpieron en la finca y asaltaron simultáneamente las tres viviendas y lograron reducir a los secuestradores sin que mediaran disparos, en una operación muy "rápida" y "efectiva".
Al parecer, el punto de partida del secuestro fue la compraventa de una cantidad de hachís valorada en 90.000 euros. La transacción se frustró porque una tercera persona relacionada con las dos víctimas se apropió de la droga y la envió a Francia.
Los dueños de los estupefacientes decidieron cobrarse la deuda secuestrando a estas dos personas, a quienes reclamaban además 10.000 euros en intereses. Los cinco detenidos están acusados de planear y ejecutar el rapto, así como propinar continuas palizas a una de las víctimas durante el cautiverio.
Según el portavoz, de no haber intervenido la Policía, el secuestro podría haber tenido consecuencias fatales para las víctimas. Asimismo, las fuerzas policiales se incautaron de una escopeta con cañones recortados y varias armas simuladas, como dos subfusiles y una pistola y de otros enseres, como un chaleco táctico, abundante munición, teléfonos móviles, una baliza GPS de seguimiento y un vehículo.
La investigación y operación han sido desarrolladas por agentes de la sección de secuestros y extorsiones de la Comisaría General de Policía Judicial, de los GOES y los grupos de atracos y de vigilancias de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental, del grupo de crimen organizado de la Jefatura Superior de Policía de Ceuta y del GEO.
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