Cerca de mil personas han recorrido hoy domingo las calles de Morón para protestar contra la explotación minera en la Sierra de Esparteros, actividad industrial a cargo de la empresa Sierra de Morón SA (Sidemosa), y frente a otros dos proyectos que pretenden reabrir una antigua cantera y empezar a cavar otra.

Los manifestantes, unos 800, a indicación de los grupos ecologistas que han organizado la marcha, han portado carteles y difundido mensajes en los que alertaban de la "destrucción de la Sierra y del medio ambiente" del municipio, a la vez que expresaban su rechazo a la explotación empresarial de la "riqueza natural" de la sierra moronense.

Fuentes de la organización de la manifestación han explicado a Europa Press que el propio Ayuntamiento es responsable de la situación y que por tanto ahora "queda concienciar al pueblo de que el patrimonio medioambiental se lo va a comer una empresa".

En esa tarea de concienciación, el autor e intérprete de música popular Kiko Veneno ha declarado en las redes sociales su deseo de que haya "un festival de música y artes en Morón para visibilizar el problema".

Aristas en la declaración mediambiental

La última controversia entre ecologistas y la explotación minera deriva de la última declaración positiva de impacto medioambiental emitida por la Junta de Andalucía en 2014, concediendo la continuidad de la actividad extractiva en la Sierra de Esparteros.

La asociación Ecologistas en Acción Sevilla, sin embargo, ha emprendido acciones legales contra tal decisión, alegando "un atentado contra la legislación urbanística", explican fuentes ecologistas, quienes añaden que el Ayuntamiento de Morón contraviene la calificación de "suelo no urbanizable de conservación prioritaria" de la zona sobre la que pretende extraerse el mineral.

Inicio del conflicto medioambiental

El origen de este conflicto se remonta a 1985, cuando fue aprobada la concesión administrativa de explotación de cuatro cuadrículas mineras de la Sierra de Esparteros. En 1996 la superficie de la explotación se amplió a nueve cuadrículas.

En todos estos años, la erosión de la sierra y el aumento de la zona dedicada al yacimiento minero ha provocado en los últimos años no pocas protestas de de los vecinos y asociaciones ecologistas, quienes han recurrido al Defensor del Pueblo Andaluz.

En una resolución de 2015, Jesús Maeztu, titular de la institución, señala al Ayuntamiento por "omitir" la condición del terreno como suelo no urbanizable de conservación prioritaria.