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Quince detenidos en la incautación de 220 kilos de cocaína procedente de Argentina

  • Cae una banda de traficantes de droga dirigida por un torero. El cabecilla de la red era el matador Gabriel Ruiz, Canito, y su cómplice un banderillero apodado Azuquita.

Gabriel Ruiz Santos, Canito, no toreaba desde el año 2006. Conservaba los trajes de luces y las maletas especiales para transportarlos, pero ahora las utilizaba para llevar droga. La Guardia Civil comenzó a vigilarlo hace unos meses, sospechando que suministraba cocaína en los ambientes taurinos. El hallazgo de su número de teléfono apuntado en un papel con la palabra "Torero" en poder de un traficante de hachís sorprendido a principios de diciembre en la SE-30 fue el origen de la operación Ruedo, una de las redadas antidroga más importantes de los últimos años en Sevilla.

La operación se ha cerrado con 15 detenidos y el alijo de 220 kilos de cocaína y 30 de hachís. La mayoría de los arrestados se encuentran ya en prisión preventiva y se han registrado ocho domicilios en distintos municipios de Sevilla. La Guardia Civil considera a Canito uno de los presuntos cabecillas de la banda, en la que también figura un banderillero de Triana llamado Armando López, Azuquita, y varios ciudadanos iberoamericanos que se dedicaban a importar la cocaína desde Argentina.

El origen de la operación se remonta a finales del año pasado. La Guardia Civil comienza a investigar los movimientos de Canito y descubre una entrega de droga. Mientras los agentes observan, una de las personas de confianza del matador se sube a un coche en Montequinto y se dirige a Palmete, donde entrega dos paquetes. Los agentes deciden intervenir y paran al vehículo en la SE-30. En el interior del coche se encuentran dos bolsas con 30 kilos de hachís. El conductor es detenido. En su poder lleva un papel con un número de teléfono y la palabra "Torero" manuscrita. El número coincide con el de Canito.

Los agentes estrechan la vigilancia sobre el torero creyendo que tenía pensado dar salida a la cocaína que tenía en su poder. Dos personas entran en la casa y, al salir, son abordadas por la Guardia Civil, que les requisa 3,3 kilos de cocaína. En ese momento deciden registrar el domicilio de Canito, que queda detenido. En tres registros realizados en Palmete, Montequinto y una casa de la urbanización La Hermandad, en el término de Coria del Río aunque próxima a Dos Hermanas, se encuentran 9,3 kilos de hachís, 355 gramos de marihuana, 16.430 euros, una escopeta, un revólver y una lancha semirrígida.

A partir de ahí se investigan los contactos de Canito y los otros tres detenidos con un grupo de origen iberoamericano. Esta rama de la organización se encarga de transportar la droga desde Argentina hasta una nave de Alcalá de Guadaíra. Los guardias esperan la llegada de un cargamento que podría ser distribuido en Navidad -época en la que aumenta el consumo de drogas, sobre todo en las fiestas- y vigilan la nave. Pero la llegada de la mercancía se retrasa hasta el 8 de enero. Ese día, los agentes precipitan las detenciones al sorprender un camión que se dirigía hacia la nave. Dentro del edificio aparece una tubería de 15 metros y 60 centímetros, en cuyo interior se encuentran 220 kilos de cocaína, una de las cantidades más elevadas requisadas en los últimos años.

Esta fase de la operación se cierra con siete detenidos: un hispanoargentino, dos argentinos, un mexicano, dos colombianos y un venezolano, a los que se les encuentra una garrafa de 25 litros de acetona, sustancia usada para el corte de la cocaína. En una última fase caen cuatro personas más, tres de ellas en Bilbao, responsables de facilitar la entrada de la tubería cargada de cocaína en España por el puerto de esta ciudad.

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