El alcalde de Mairena, Antonio Conde (PSOE), ha destitutido de sus responsabilidades de gobierno a Diego Ramos y Leonor Rojo, los dos últimos concejales pertenecientes al grupo de díscolos -cinco ediles que votaron en contra de las ordenanzas fiscales para 2008, desatando un cisma en el seno del grupo socialista- que mantenía en el organigrama de gobierno, que funcionará sólo con seis de los 21 ediles en el Pleno.

Según informó Ramos, hasta ahora edil de Infraestructura y Espacios Libres, la razón que Conde esgrimió en la reunión en la que le comunicó su destitución es que "no confía en mí". A Leonor Rojo, dijo, ni siquiera se le ha notificado nada sobre su salida de Educación e Infancia, puesto que está de viaje.

Éste es el último episodio de la crisis en el Ayuntamiento, al que se ha trasladado el pulso entre oficialistas y críticos del PSOE sevillano. Conde, alineado con los primeros, está enfrentado al secretario local y líder de la candidatura alternativa a la secretaría provincial del partido, Demetrio Pérez.

Con estos dos ediles ya son cinco los que han abandonado las responsabilidades de gobierno, después de que la concejal de Participación Ciudadana y Cooperación, Pilar Guerra Merchán, presentase su dimisión, como ya habían hecho antes José Luis Prieto -número tres de la lista y secretario de Organización de la agrupación local del PSOE- y Ángel Fernández de Osso, al entender que sus delegaciones habían quedado vacías de contenido y poderes.

Conde gobernará prácticamente con la mitad (seis de once) de los concejales que el PSOE obtuvo en las últimas elecciones, en las que, pese a la retirada del histórico candidato, Antonio Martínez Flores, revalidó su mayoría absoluta. En la oposición, el PP tiene seis, dos IU y dos el PA. Fuentes del gobierno local, consultadas ayer, eludieron valorar o hacer algún tipo de declaración, por el momento, de la situación y de cómo se organizará todo a partir de ahora.

Ramos anunció que en los próximos días hará una valoración más extensa de "lo que está ocurriendo y por qué", aunque advirtió que piensan mantener sus actas de concejales y que es el alcalde "el que tiene que dar explicaciones".