Una compraventa de cocaína de escasa calidad acabó la noche del lunes al martes en un multitudinario altercado, en el que las Fuerzas de Seguridad se tuvieron que emplear a fondo para mantener el orden. Sucedió en Mairena del Aljarafe, en la zona próxima al polideportivo municipal Francisco León. La intervención acabó con una persona detenida por los delitos de lesiones, daños y desobediencia, mientras que actualmente se buscan a más participantes en la trifulca.

El detenido es un joven identificado mediante las iniciales V. C. V. G., al que se le imputan varios delitos, como los de lesiones, por su participación en la reyerta; daños, por golpear y causar destrozos en varios vehículos; y desobediencia, por resistirse a su detención. Según las primeras investigaciones, este hombre habría comprado cocaína en esta zona. Al consumirla, se percató de la escasa calidad de la misma y no se le ocurrió otra cosa que ir a reclamar a los vendedores. Volvió al lugar en el que había adquirido la droga y lo que se encontró fue con una serie de golpes que le propinaron los que le habían vendido la droga cuando se quejó del producto.

Sobre las once de la noche, el hombre regresó a esta zona y comenzó a golpear los coches que estaban aparcados en las inmediaciones, entre ellos supuestamente los de los que le habían vendido la cocaína. Esto provocó que numerosas personas salieran e intentaran apalear al comprador, que fue rodeado y golpeado. La Policía Local de Mairena del Aljarafe, la Guardia Civil y la Policía Nacional acudieron al lugar de los hechos y consiguieron, con muchos esfuerzos, controlar la situación e impedir el linchamiento del joven.

Los agentes de estos tres cuerpos mantuvieron a raya a los presuntos agresores y finalmente se llevaron detenido al hombre que originó la reyerta. Ahora buscan a algunos de los que participó en la trifulca. Algunas fuentes explicaron a este periódico que los agentes se vieron desbordados y se enfrentaron a una situación de gran peligro al tratar de contener a la multitud que pretendía linchar al comprador de los estupefacientes. Tuvieron que acudir patrullas de otros pueblos cercanos, como San Juan de Aznalfarache y Sanlúcar, para poder controlar la situación.