Una herencia cultural que se abre a la sociedad
Alcalá del Río
Las II Jornadas de Patrimonio congregaron a 300 visitantes en torno a ocho enclaves monumentales, que van desde la antigua Roma al medievo, hasta llegar a la época contemporánea. Jeyca, una empresa local que se ha convertido en un referente en el ámbito de las nuevas tecnologías.
La riqueza cultural, patrimonial e histórica de Alcalá del Río es una realidad, pero a veces 3000 años de historia de Ilipa Magna necesitan un empujón de marketing, la apertura de una puerta de acceso al turismo para que esos monumentos y enclaves sean conocidos y visitados por toda la sociedad.
Por eso el mérito reside, no tanto en la existencia de este patrimonio, como en su puesta en valor. En esta línea, la pasada semana el Ayuntamiento de Alcalá del Río organizó las II Jornadas de Patrimonio, un programa de actividades con visitas guiadas a algunos de los elementos patrimoniales y monumentales más destacados de la localidad. "Así lo hacemos visible, accesible y entendible, porque se trata precisamente de eso, de acercar nuestra historia a los ciudadanos y dar a conocer lo que nos constituye", en palabras del coordinador de las jornadas y técnico de Cultura del Consistorio, David Ruiz.
Tras el éxito de las jornadas celebradas el año pasado, este año han tenido un balance de 300 visitantes. Asimismo, se amplió la oferta monumental incidiendo en uno de los elementos más significativos (aunque ciertamente desconocido) y pieza clave del patrimonio industrial de Alcalá del Río: el conjunto monumental que conforman la presa y la central hidroeléctrica y los Jardines de Winthuysen. Al hilo de esta novedad, las Jornadas se completaron con una conferencia titulada Panorámica del Patrimonio Industrial de Alcalá del Río, a cargo de miembros de la asociación local Instituto de Estudios Ilipenses.
El eje axial que imbricaba las jornadas pasaba por tener una perspectiva global de la riqueza monumental de la localidad. Así, las visitas pretendían recoger y mostrar el patrimonio que la historia ha legado a Alcalá, desde Roma hasta el siglo XX. Los lugares monumentales visitados, con la guía de los expertos en patrimonio Julio Velasco, Gregorio García-Baquero y María del Carmen Velasco, fueron siete: el Centro de Interpretación de la Muralla Romana de Ilipa Magna, un espacio museístico catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), en su máximo esplendor, disfrutando de un lienzo de más de 50 metros de la misma. La construcción de la muralla, en torno al siglo I dC, es un claro ejemplo de la romanización que vivió la localidad con la llegada de Augusto. Así, Ilipa Magna fue fuertemente fortificada, quedando garantizado el control de este punto del Betis, tan importante para el desarrollo económico y comercial no sólo de Alcalá, si no del Bajo Guadalquivir.
Los visitantes también pudieron contemplar la Torre Mudéjar, es decir, la torre de la parroquia de Santa María de la Asunción que, "tanto por las técnicas y los materiales utilizados en su construcción, así como por el periodo en el que se erigió y por sus características formales y decorativas, puede considerarse una edificación de carácter meramente mudéjar", según David Ruiz. Con más de 700 años de historia, la torre se asienta sobre restos de edificación romana en los lados que colindan con el templo. Pudiendo ser contemporánea a la construcción de la parroquia, se podría fechar el inicio de su construcción a principios del siglo XIV. Con cuatro plantas y una azotea, su altura alcanza los 25 metros.
Por su parte, la iglesia de Santa María de la Asunción es uno de los edificios mudéjares más destacados de toda la provincia, construido durante los siglos XIV y XV. De entre las innumerables obras de arte de su interior, destaca el retablo de Santa Ana, joya de la iglesia parroquial, de magistral composición, obra de Roque Balduque.
La ermita de San Gregorio es de finales del siglo XV y mandado construir por los Reyes Católicos, de una sola nave rectangular y con bóveda vaída en la cabecera. Alcalá del Río cuenta con una de las presas más importantes construidas a partir de la dictadura de Primo de Rivera, "edificada probablemente sobre el emplazamiento de un dique romano", pone de relieve el técnico de Cultura. Combina perfectamente los rasgos de las construcciones funcionales con una cierta monumentalidad histórica que da al edifico el aspecto de una fortaleza. "El propio autor de la presa sería años más tarde presidente de Mengemor, empresa que se fusionaría más tarde con Sevillana de Electricidad", apunta Ruiz. En su momento, construyó una obra de vanguardia pues fue la primera presa de compuertas que se construyó en España.
Y los jardines de Winthuysen: el pintor y diseñador de estos jardines diseñó de la central hidroeléctrica en torno a un elegante estanque enmarcado por pérgolas en los cuatro ángulos sobre las que trepan rosas de pitiminí. Se encuentra en la margen izquierda del río tras pasar la presa y fueron realizados entre 1932 y 1933. Ruiz añade: "Del estanque central parten cuatro canales siguiendo la imagen islámica de los ríos del paraíso". Como en la Exposición Iberoamericana de 1929, se plantaron todo tipo de plantas exóticas: laurel de Nueva Zelanda, árbol del amor, árbol de la plata, lluvia de oro, árbol del fuego, lluvia de oro…
Se han visitado también los museos de las hermandades de Vera-Cruz y Soledad, guiando las visitas sus propios hermanos. En definitiva, un éxito que apunta a una tercera y sucesivas ediciones.
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