Entre el 8 y el 15 de marzo, tres médicas y una enfermera del Servicio de Urgencias del Hospital de Utrera han sufrido sendas agresiones verbales por parte de los pacientes o sus familiares, según denuncia el Sindicato Médico de Sevilla. La primera de ellas fue el pasado miércoles 8 de marzo, cuando una paciente insultó a la médica que la atendía. Las fuerzas de seguridad fueron avisadas y al día siguiente la profesional agredida interpuso la correspondiente denuncia.

El 13 de marzo, en torno a las 23:00 se produjo una nueva agresión verbal con amenazas a otra médica del Servicio de Urgencias por parte de un paciente y tres de sus familiares, que se encontraban con él en la sala de tratamientos. También se denunció ante la Guardia Civil.

Encerrada en su consulta hasta que llegó la Guardia Civil

La última agresión registrada fue el 15 de marzo, aproximadamente a las 11:30, cuando familiares de un paciente que estaban en la sala de espera comenzaron a amenazar al personal sanitario "con mucha agresividad, con insultos y amenazas a estudiantes de enfermería y a una enfermera. También intimidaron a otra médica que, tras intentar calmar la situación sin conseguirlo, tuvo que permanecer encerrada en su consulta mientras acudía la Guardia Civil", explica en Sindicato Médico en una nota.

Según el sindicato, la facultativa  "fue perseguida por varios familiares al grito de sinvergüenza, reprochándole que se hubiera avisado a las fuerzas de seguridad". Finalmente, la Guardia Civil desalojó a los agresores.

En ninguna de estas ocasiones se produjo ningún problema o demora en la atención a los pacientes. Los agresores mostraron una actitud violenta sin ninguna justificación. Desde el Sindicato Médico de Sevilla solicitamos a la dirección del centro una mayor presencia del personal de seguridad en el área de urgencias y un mayor control del acceso de los familiares, en especial a las zonas de tratamiento. Solicitamos asimismo la realización de una campaña de sensibilización de la población frente a este grave problema y la implantación de cuantas medidas sean necesarias para proteger la integridad de los profesionales del área de urgencias. Consideramos también imprescindible que se agraven las sanciones a los agresores tanto en el ámbito penal como por parte del SAS.