Al menos cinco ayuntamientos de la provincia utilizan falsos policías locales para que ejerzan como tales y así abaratar los costes que supone mantener una plantilla de Policía Local. Generalmente este personal trabaja bajo la denominación de auxiliares o vigilantes, pero visten de manera similar a la de la Policía y a menudo utilizan los medios de ésta, como las instalaciones y los patrulleros. El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (Sppme) ha detectado casos de intrusismo en al menos cinco ayuntamientos de la provincia y en numerosos municipios de Andalucía.

A raíz de que trascendiera el caso de Guaro, en la provincia de Málaga, el Sppme comprobó que en Alcolea del Río se estaba dando una situación aún más grave. En este municipio no existía la Policía Local y los cuatro vigilantes que ejercían las funciones policiales llevaban incluso armas de fuego para las que no deberían tener licencia. Los vigilantes llevaban uniformes de Policía, trabajaban en una oficina con la leyenda Policía y un patrullero con distintivos policiales. Sólo en la página web del Ayuntamiento se decía que eran vigilantes y no policías, lo que supone que ninguno de los cuatro agentes había realizado el periodo de formación la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA).

Ahora, el sindicato ha tenido conocimiento de otros cuatro ayuntamientos de la provincia de Sevilla en los que se utilizan a los vigilantes para funciones policiales. Son Guadalcanal, Almadén de la Plata, Alanís de la Sierra y Castilblanco de los Arroyos. En el primero de los casos, los policías locales que quedaban se marcharon a otros municipios y actualmente hay convocadas unas nuevas plazas para policías, pero mientras tanto las funciones de éstos las están asumiendo un cuerpo de vigilantes. En Almadén de la Plata los dos policías que hay han estado de baja durante un periodo prolongado.

La ley permite a los ayuntamientos con una población inferior a los 5.000 habitantes no tener policías locales y que un personal municipal "desempeñe las funciones de custodia y vigilancia de bienes, servicios e instalaciones con la denominación de guardas, vigilantes, agentes, alguaciles o análogas". Sin embargo, numerosos municipios optan por dotar a estos vigilantes de una uniformidad similar a la de la Policía y por dejar que utilicen coches rotulados con distintivos policiales. Igualmente, hay ayuntamientos que tienen creada la Policía Local y utilizan a los vigilantes como refuerzo de los policías, lo que en la práctica supone un ahorro importante, ya que la creación de plazas para policías siempre acarrea un coste mucho mayor que la de vigilantes.

Uno de los supuestos que más se da en la calle es el de las denuncias de tráfico. Al no ser policías y no tener por tanto la condición de agentes de la autoridad, un vigilante puede denunciar a un conductor que haya cometido una infracción, pero esa denuncia tiene la misma validez que la que haría un ciudadano particular y nunca un agente de la autoridad. Así, en caso de ser recurridas, podrían invalidarse cientos de multas de tráfico que se impongan en estos municipios y los denunciantes sean vigilantes o auxiliares y no policías locales.