Entre el 35% y el 40% del personal de la Diputación Provincial de Sevilla ha solicitado el anticipo que el gobierno socialista decidió articular de forma excepcional este año para compensar la eliminación de la paga extra de Navidad para todos los funcionarios del país y dentro de las medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y fomentar la competitividad incluidas en el decreto 20/2012, del pasado 13 de julio, del Gobierno central del PP.

Con la iniciativa, el presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, dijo que quería compensar la pérdida de poder adquisitivo de los funcionarios y, sobre todo, alentar las compras y el comercio en Navidad, que constituye un importante revulsivo económico para la provincia en estos tiempos. El pago debe hacerse efectivo justo en estos días, la primera semana de enero. Pero, según explicaron ayer fuentes sindicales, hasta ayer no se había producido. El dinero debe estar disponible para el personal entre hoy y mañana viernes, justo la víspera de Reyes. Según el presidente del comité de empresa, Antonio Galbano (UGT), fueron muchas las llamadas de trabajadores que se recibieron ayer en el sindicato interesándose por cuándo se produciría.

El anticipo es voluntario. Es decir, los trabajadores que han querido acogerse al mismo han debido solicitarlo expresamente en los días que se habilitaron para ello, entre el 12 y el 17 de diciembre. Pero no es a fondo perdido. Los que se han acogido al mismo tendrán que devolver la cantidad, bien de forma prorrateada mes a mes o en dos pagos, en junio y diciembre de 2013.

En la solicitud, los trabajadores debían especificar si querían la cantidad total de la paga (que va de los 1.700 euros, aproximadamente, para las categorías laborales inferiores, a los 2.600, para las del grupo A1) o el 50% de la misma. Según Galbano, la mayoría del personal que ha solicitado el anticipo ha sido prudente y ha pedido la mitad, ante la sospecha de que en 2013 nuevos decretos vuelvan a limitar las pagas o el salario del personal de las administraciones públicas.

En este sentido, UGT valoró el "ofrecimiento" del gobierno de la Diputación, aunque "no es para tirar cohetes", dijo, y lamentó que la plantilla se tenga que ver obligada a pedir anticipos de este tipo. Por su parte, CCOO consideró que la medida es, sobre todo, un acto populista de Villalobos, en tanto que se trata al fin y al cabo de un anticipo, que se debe devolver y que, en otros términos, ya se prevé en el convenio y que no resuelve nada al personal. También recordó que el gobierno se limitó a informar de la medida a los sindicatos, sin negociarla.