Primer encuentro institucional entre el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; y el presidente de la Diputación, Javier Fernández. Dos regidores que en su día se vieron con bastante frecuencia en la sede provincial de Menéndez Pelayo. Uno como alcalde de Tomares y otro como primer edil de La Rinconada. Ambos se reunieron ayer con cargos distintos. Fue la primera cita ocupando las nuevas responsabilidades y con intención, a priori, de cooperar entre ambas administraciones, pese a estar gobernadas por siglas políticas diferentes.

Entre los temas a tratar se encuentran la construcción de VPO, la gestión del agua y el desarrollo de las áreas de oportunidad de empleo metropolitana de empleo, con la actualización del Potaus de la Junta y la finalización de la construcción de la SE-40.

Asuntos que vienen condicionados por la sequía que asola al campo sevillano y que deja en mínimas las reservas de los embalses –mitigada levemente por las últimas lluvias– y los enfrentamientos bélicos en Europa y Oriente Medio que tienen, como principal efecto, la subida de los precios.

Infraestructuras pendientes

También resulta primordial el asunto de las infraestructuras pendientes, como la terminación de la SE-40, cuyas obras comenzaron en 2007 y 16 años después aún queda por construir la mitad de sus 77 kilómetros.

Ambos dirigentes han subrayado “la buena predisposición” de ambas instituciones a la hora de desarrollar todos estos asuntos desde “la lealtad institucional”, puesto que el último objetivo es que “ganen todos los sevillanos con estas iniciativas”.