En fútbol, el cero no es sólo virtud para el portero. También lo es para el secretario técnico cuando se trata de ir a por un jugador. Y más en estos tiempos que rigen, desde que en 2013 impuso Javier Tebas en LaLiga el tope salarial y los gastos de los traspasos se prorratean entre los años de contrato del recién llegado. La mano discreta pero a menudo certera del director deportivo del Real Betis Balompié, Antonio Cordón, bien que lo tiene en cuenta cuando descuelga el teléfono.

En su primera temporada, recalaron sin coste alguno de transferencia el portero Claudio Bravo y el central Víctor Ruiz, ambos veteranos con una amplia hoja de servicios, pero que, con sus altibajos y los problemas de lesiones, más en el caso del guardamenta chileno, han acabado por responder y hacer equipo.En la segunda campaña, fueron el senegalés Sabaly y el portugués Rui Silva, ambos internacionales absolutos y con serias opciones de viajar a Catar en noviembre próximo, quienes fueron convencidos por Cordón cuando manejaban varias ofertas, ya liberados de sus contratos. Y en el caso del luso, bastante jugosas.

Ahora, de momento, la secuencia de jugadores que recalan a coste cero –sin contar la prima de fichaje, claro– la va a prolongar el defensa central Luiz Felipe, ya atado y más que atado por el Betis a falta de la oficialidad. Y las características especiales de este refuerzo refleja dos cosas: primero que Cordón se mueve bien entre bambalinas, pues el brasileño de sólo 25 años era pieza muy codiciada en el mercado por su nivel y por acabar contrato con la Lazio; y segundo, que el Betis ha crecido tanto en estos dos años, que son los que también lleva Manuel Pellegrini en el banquillo, que va subiendo estratos en el mercado y es capaz de convencer a jugadores que manejan ofertas de clubes de Champions.

Luiz Felipe, que en la temporada 2020-21 fue operado del tobillo y se perdió casi medio curso, desde enero a mayo, ya recibió la llamada de Cordón el verano posterior, pero el fichaje, en el que también tenía mucho que decir la Lazio, no cristalizó. Y esa confianza se la devolvió el jugador al secretario técnico bético meses más tarde, cuando desoyó la propuesta de renovación y, ya habilitado para negociar, cerró su acuerdo con el Betis en febrero.

Lógicamente, llegar sin coste de traspaso tiene su contrapeso. La Gazzetta dello Sport ha publicado las cifras del contrato de este brasileño que acaba de estrenarse como internacional absoluto con Italia: percibirá 3,2 millones de euros brutos por cada uno de los cuatro años que ha firmado con el Betis y además se embolsa una prima de fichaje de 4 millones.

Pero en cualquier caso, esos emolumentos, que por supuesto engrosan las cifras béticas ante LaLiga, no van a suponer el mismo incremento que si el club verdiblanco hubiera tenido que desembolsar un dinero en concepto de traspaso. Según la web especializada transfermarkt, que no es certera cien por cien pero ilustra, Luiz Felipe tiene un valor de mercado actual de 16 millones de euros. Y si el club hubiera abonado esa suma por la transferencia, en el concepto de amortización se añadirían 4 millones en cada uno de los cuatro años de contrato que el central ha firmado por el Betis, resultado de prorratear el gasto del traspaso.

Una cifra bastante superior a esa ficha al alza por llegar a coste cero más la prima de fichaje prorrateadas.Tener un director técnico sagaz y convincente es un valor añadido en estos tiempos donde, como se ve, los clubes dilatan los tiempos para pescar entre los jugadores que acaban contrato o que, próximos a cumplirlo, dejan correr los plazos para liberarse.

Es un modo de controlar ese tope salarial que tanto martiriza a los clubes, desde el primero al último. El otro modo también es clara tendencia en el Betis: ofrecer renovaciones para que el gasto de los traspasos que está pendiente de amortizar se reparta en más años. En espera de obtener cash en forma de jugosa venta para evitar los números rojos, el gasto cero en fichajes alivia por Heliópolis.