El triunfo del Betis en el Nuevo San Mamés supuso un punto de inflexión en esa dinámica irregular en la que estaba inmerso el conjunto verdiblanco, que en Bilbao avivó ese espíritu de equipo que últimamente había disminuido en intensidad y que afloró justo en el mejor momento.

Si en la primera mitad, el cuadro de Heliópolis ofreció una muy buena imagen, tanto en ataque como en defensa, en la segunda emergió su carácter competitivo, especialmente en defensa, para convertir la portería de Claudio Bravo en un muro infranqueable para los de Ernesto Valverde. Portería a cero y tres puntos de gran valor en la recta final de temporada para un equipo bético que ante el Rayo debe confirmar que ha vuelto.

Esa fortaleza del grupo, de tanto valor en el Betis de Pellegrini, salió a relucir en la noche de Bilbao y así lo reconoció un futbolista que hacía ya tiempo que no actuaba como titular y que regresó demostrando personalidad, Claudio Bravo. "Sabemos la magnitud que tienen en su campo y sabíamos lo que se estaban jugando en este partido y nosotros creo que también estábamos un poco al debe con lo que veníamos haciendo, no estábamos sumando como habitualmente. Pero creo que apelamos un poco al espíritu, que es algo que habíamos perdido un poco y se nos había extraviado", asumió con carácter el meta chileno.

Ese mismo carácter impregnado por Manuel Pellegrini a su equipo, pues el espíritu competitivo es innegociable en la libreta del Ingeniero –sólo hay que ver cómo celebra los goles en el banquillo, como se vio por ejemplo el pasado jueves– y sus pupilos lo han avivado para lograr que el Betis, por tercera temporada seguida, tenga muchas opciones de competir de nuevo en Europa.

Pese a lesiones como la de Fekir, con hombres clave en un bache profundo, como Canales y Borja Iglesias, con Paul actuando de central ante las bajas defensivas, en casa de un rival donde nunca había ganado el Betis aún... pues con todo eso pudo el santiaguino, que ha hecho que el conjunto de La Palmera, por tercera temporada consecutiva supere las 20 victorias oficiales (@LaLigaenDirecto).

Los jugadores del Betis hacen una piña celebrando el tanto de Willian José a los pocos minutos de comenzar el partido ante el Athletic.

Además, la regularidad de los verdiblancos con Pellegrini a los mandos sigue siendo muy buena, como reflejan los números: en la temporada 2020-21, a falta de cinco jornadas para el final, el Betis era sexto con 50 puntos (42 goles a favor y 45 en contra); en la 2021-22 era quinto con 57 puntos (56-38) y en la 2022-23, la actual, es sexto con 52 puntos (40-37).

Máxima regularidad, lo que muestra cómo Pellegrini sigue exprimiendo, otra campaña más, una plantilla que esta campaña ha ido disminuyendo en cuanto a aptitud de verano a invierno y cuyos baluartes, después de tres años, no tienen recambio. Y tampoco se ha meneado el árbol con la llegada de más mimbres de alto potencial, con físico, que aporten frescura y un salto de calidad más que necesario para el futuro. Por ello, Pellegrini merece que su ambición vaya acompañada de ese salto de nivel necesario en cuanto a refuerzos que permitan al chileno tener más armas para luchar por metas aún mayores. El Betis saldrá ganando.