A la espera de lo que suceda con la reanudación de la competición y también con la organización del próximo mercado, después de que la FIFA ya haya advertido que, probablemente, el periodo para inscribir no comenzará el 1 de julio, la planificación del Betis sigue pendiente de posibles entradas y salidas. Los nombres de Emerson, habitual en las alineaciones de Rubi, y de Camarasa, cedido en el Alavés, aparecen en ese horizonte incierto de cara al próximo año y que seguirá acumulando nombres encima de la mesa.

Aunque desde el Betis se ha comentado en más de una ocasión que Emerson tiene contrato hasta al menos junio de 2021, desde Barcelona se asegura que el brasileño se mantiene como una de las opciones para reforzar el lateral diestro este mismo verano. "Si el Barça cumple lo hablado, Emerson seguirá aquí con nosotros. Hay un pacto entre las partes, salvo que nos pongamos de acuerdo de nuevo", indicó el presidente, Ángel Haro, hace dos meses sobre la situación del brasileño.

En la Ciudad Condal ya se apuntó que el Barcelona sí podría llevarse a Emerson este verano pagando una plusvalía, después de que ambos clubes invirtiesen seis millones de euros y tuvieran una propiedad compartida. La posibilidad que ahora se apunta es que finalmente el club azulgrana aumentase la cantidad inicialmente prevista –unos tres millones de euros– para satisfacer al Betis, en el caso de que finalmente decidiera incorporar al brasileño ahora y no en 2021.

En el club verdiblanco se contempla esta posibilidad como un escenario del próximo verano, de ahí que también los técnicos visionen el mercado de laterales derechos ante un posible adiós de Emerson y ante las dudas sobre el futuro de Barragán, quien acaba contrato el 30 de junio. Si finalmente el Barcelona optara por adelantar la incorporación del brasileño, el Betis obtendría una plusvalía importante por un jugador del que habría disfrutado temporada y media, aunque también lo obligaría a fichar a un sustituto de garantías.

Titular indiscutible para Rubi, Emerson acumula tres goles y cinco asistencias en los 23 partidos de Liga que ha disputado esta temporada, en la que se ha convertido en una de las revelaciones del campeonato, lo que incluso lo llevó a debutar con la selección absoluta brasileña. A sus buenos números en la parcela ofensiva, el lateral le ha añadido una mejora de la faceta defensiva, un aspecto en el que Rubi le ha venido insistiendo desde la pretemporada y que Emerson ha ido asimilando gracias a su buena actitud. "Me dicen que tengo que mejorar en defensa, pero no puedo dejar de atacar, que es una de mis virtudes. He aprendido mucho de Rubi, también de Setién, pero más con Rubi. Él me dice que no pise el balón. Me pide que juegue más rápido, con control y pase", admitió Emerson a comienzos de esta temporada, después de que el entrenador verdiblanco le mostrase su plena confianza.

Camarasa junto al director deportivo del Alavés, Sergio Fernández.

Diferente escenario aparece con Víctor Camarasa. Tras su frustrada cesión al Crystal Palace del pasado verano, el centrocampista recaló en enero en el Alavés, el club en el que triunfó antes de ser fichado por el Betis, también a préstamo. Y en el conjunto vitoriano están tan satisfechos con el rendimiento del valenciano que entra en sus planes de futuro, aunque todo dependerá de los términos en los que pueda negociar con el Betis.

De los numerosos jugadores cedidos con los que cuenta el Alavés, Camarasa es uno de los pocos que aparece en la agenda para continuar, según informó el diario AS. Titular desde su vuelta en el mercado invernal, en Vitoria se alaba la polivalencia del valenciano, que puede jugar en varias posiciones del centro del campo, una cuestión siempre bienvenida en un club que viene apostando por plantillas cortas.

La dificultad radicaría en la fórmula de la operación. Mientras el Betis siempre ha tenido al centrocampista como uno de sus principales activos para hacer caja de entre los cedidos, el Alavés no se ha destacado en los últimos años por realizar altas inversiones. Aunque las relaciones entre ambos clubes son excelentes, las operaciones que han ido surgiendo siempre han sido con la fórmula de la cesión –Inui, Brasanac, Ismael o el propio Camarasa–, mientras que los acuerdos nunca se han cerrado mediante traspasos.

A pesar de que el mercado sufrirá un frenazo, en el Betis se pretende rentabilizar la inversión realizada en su día con el centrocampista, por quien se pagaron ocho millones de euros al Levante, que también se reservó un 20% de los derechos. Ya en enero de 2019, el club verdiblanco rechazó propuestas que se situaban en torno a los 12 millones de euros, una cantidad muy lejana de la que estaría dispuesto a asumir el Alavés, que también tendrían que hacerse cargo de los elevados emolumentos que Camarasa percibe desde su fichaje por el Betis.