El Betis visita este lunes al Huesca, el colista de Primera con sólo una victoria en 17 jornadas de Liga y que llega al duelo con su entrenador, Míchel, en el alambre. A las malas sensaciones de las últimas jornadas se unió la eliminación copera ante el Alcoyano, equipo de Segunda B, por lo que el técnico se juega su futuro este lunes.

El propio entrenador se marcó como objetivo finalizar la primera vuelta con al menos 18 puntos, por lo que para intentar conseguirlo necesita una victoria ante el Betis, con la que además rompería la mala dinámica del último mes de competición, en el que acumula tres derrotas y un empate en la Liga, su peor racha de la temporada.

13 partidos tuvo que esperar el Huesca de Míchel para lograr su primer triunfo en esta Liga. Tras desperdiciar un 1-3 en Granada la jornada anterior, esa victoria ante el Alavés parecía un punto de inflexión para el equipo oscense, pero sucedió lo contrario. Las derrotas posteriores ante Athletic, Celta y Barcelona, con un empate por medio ante el Levante, han dejado a los de Míchel hundidos en la clasificación.

El propio técnico casi se echó a llorar el pasado fin de semana tras perder contra el Barcelona (0-1). "Tengo miedo de suceda que el equipo pierda la confianza y de que yo pierda mi puesto, porque estoy enamorado de estar aquí, de trabajar aquí con la ilusión que tengo y el respeto que tengo de todo el mundo", expresó Míchel tras el encuentro ante el equipo azulgrana. 

El apoyo del vestuario, que así se lo transmitió a los dirigentes del Huesca, otorgó dos bolas extras al entrenador, pero la derrota ante el Alcoyano en la Copa del Rey lo ha dejado más en el alambre que nunca. El conjunto oscense es el tercer equipo menos goleador de Primera (14) y el segundo más goleado (26), unos registros que explican ese mal momento que atraviesa y que provocan que Míchel se juegue el puesto ante el Betis.