Decían los cercanos al vestuario verdiblanco que Jesé Rodríguez estaba ansioso por estrenarse como goleador en el Betis. Su tanto ante el Celta, que además sirvió para ganar, le quitará ese peso de encima, una circunstancia que debe servirle para aumentar su rendimiento hasta el final de la temporada. Así lo esperan tanto Quique Setién como sus compañeros, de los que se ha ganado el respeto con su compromiso en el trabajo diario.

"Desde que llegó le dije, '¿estás preparado?' 'Marc, vengo a por todas', me contestó. Es un chico profesional, se está cuidando, y todo llega. No en el primer partido o el segundo, en forma de gol o rendimiento. Está de menos a más, nos puede dar mucho. Estoy contento de tenerlo como compañero, otro jugador con hambre y ambición en el vestuario", señaló ayer Bartra sobre el canario en los medios oficiales del club.

Marc Bartra se quita la sudadera en un entrenamiento.

Las dobles sesiones de trabajo casi a diario desde su llegada para afinar su puesta a punto y la confianza que le ha otorgado Setién, que lo ha ubicado entre los imprescindibles desde un primer momento, han favorecido la rápida adaptación del delantero canario, que quiere aprovechar esta segunda oportunidad que el Betis le ha ofrecido en la élite. "Habíamos previsto su evolución a lo largo de la segunda vuelta, cada vez está mejor. La inactividad pasa factura, estaba casi sin ficha. Se empieza a encontrar mejor, podemos ver una versión extraordinaria en la recta final del campeonato. Sólo había que darle un poco de tiempo", indicó el propio entrenador verdiblanco tras el triunfo en Vigo.

"Mi familia y yo hemos sufrido en silencio durante mucho tiempo y aquí está la recompensa. Éste es el camino para hacer una carretera hasta el final y que la afición esté contenta", expresó el propio Jesé, a quien la sonrisa le ha vuelto al rostro. En el vestuario verdiblanco confían en que ese primer gol anotado ante el Celta sea el primero de muchos para que el canario se convierta en un factor decisivo en la pelea por Europa.