Un Betis-Madrid como los de toda la vida

Partida para la nostalgia con muy bien trufada dosis de ilusión el de esta noche al final de la Palmera a mano derecha. En el recuerdo aquello que fue la última vez en la normalidad normal y no en ésta que padecemos. Aquel 8 de marzo fue un punto para la catarsis y da la casualidad de que lo ganó el Betis al mismo rival que se anuncia en esta ocasión. ¿Se repetirá el tsunami emocional que desató el gol de Cristian Tello a última hora?

Llega un Real Madrid ocasional y expectante ante el futuro de ese rutilante astro llamado Kylian Mbappé. El fichaje de este galo con ascendencia argelina y camerunesa está eclipsando cuanto pasa en el mundo del fútbol, pero un Betis-Madrid no llega nunca a cencerros tapados. Es un clásico indudable de la Liga y su ADN no lo altera nada de lo que ocurra en el universo fútbol, de ahí que la expectación ante lo de esta noche se halle intacta a pesar del bombazo Mbappé.

Este Real Madrid, tan ocasional, viene de golear en Mendizorroza y de pasar las grandes duquelas en Orriols, ergo la vara de medir a la tropa de Ancelotti no aparece demasiado rigurosa. Es un Real Madrid que extraña sin Sergio Ramos y que anda a la búsqueda eterna de Bale y Hazard, pero que ha encontrado en Vinicius a la promesa que no acababa de romper. Todo ello, con la guinda de Karim Benzema, el valor más fiable de cuantos conforman el equipo.

Y aguarda el Betis con la mala nueva de que cerró su plantilla. ¿Será cierto eso con el panorama de tres competiciones? Pellegrini deslizaba ayer que hasta el rabo todo es toro, que aún quedaba para que sonase la campana de cierre de mercado, y eso palia un tanto el desasosiego que en el bético despierta algún lunar que otro en el plantel. Sea lo que sea, lo que hay ahora es lo que hay y se trata, nada más y nada menos, que de un Betis-Madrid como aquél de cuando la normalidad.