El Betis llegó al parón habiendo disputado 14 partidos oficiales en 45 días, uno cada tres días desde el 3 de febrero, con aquel choque de cuartos de final de Copa en casa de la Real hasta el domingo pasado en Balaídos.

Una exigencia muy alta resuelta con seis victorias, cuatro empates y cuatro derrotas, con el premio de disputar la final de la Copa del Rey y clasificarse para la Supercopa de España, estar peleando por jugar la Liga de Campeones la próxima campaña y con la cruel eliminación en octavos de final de la Liga Europa ante el Eintracht. Un caminar que refleja que los verdiblancos, al contrario que la última vez que disputaron tres competiciones, en la campaña 2018-19, y como le pasó a lo largo de su historia en otras temporadas, está aguantando, no se cae, con Manuel Pellegrini como principal responsable de ese cambio de mentalidad inculcado en un Betis que afronta el futuro con optimismo y esperanza para recoger en forma éxitos deportivos su buen hacer en lo que va de temporada.

La figura del Ingeniero

La diferencia más importante en este transitar del Betis por tres competiciones, con respecto al pasado, es sin duda el Ingeniero. Y así lo reflejan los datos objetivos. En Liga, el Betis de Pellegrini ha alcanzado ya los 50 puntos a falta de nueve jornadas para la conclusión del campeonato, cifra que obtuvo al final de esa temporada 2018-19 quedando en décima posición. Ahora, los de Heliópolis son quintos y pelean por mantener hasta el final sus opciones de disputar la Liga de Campeones el próximo curso. Un dato que pone en valor el trabajo del entrenador chileno en un Betis que en la Liga Europa viene de ser eliminado en octavos de final, en el minuto 120 ante el Eintracht, tras apear antes a un equipo de Liga de Campeones, el Zenit.

Una mejoría con respecto a hace tres temporadas, cuando el Betis cayó eliminado en 1/16 de final de la Liga Europa de manos del Rennes, con un partido de vuelta (1-3) en el Villamarín para olvidar, después del empate a tres de la ida. El otro dato objetivo radica en el caminar en la Copa del Rey. Si en aquella temporada el Betis caía eliminado a manos del Valencia, en unas semifinales en la que dejó escapar un 2-0 a favor, en éste, los verdiblancos han dado un paso adelante y jugarán la final del torneo del KO, curiosamente, contra el cuadro de Mestalla.

Pellegrini nunca pone excusas, demuestra ambición y mesura ante cualquier adversidad

Y todo ello sin obviar que en el mercado invernal de aquel curso 2018-19, el Betis firmó a tres jugadores: Emerson, Lainez y Jesé, teniendo un valor de plantilla de 303,50 millones de euros (transfermarkt.es). Sin embargo, en la presente temporada, el Betis no ha acudido a la ventana de enero para reforzarse, teniendo actualmente el plantel un valor de 230,10 millones. Datos que refuerzan a un más el trabajo que viene realizando Pellegrini desde que llegara al club verdiblanco hace dos temporadas.

El cambio de mentalidad

La mano del entrenador de Santiago de Chile se notó desde su llegada, y aunque ha habido algún momento de pequeños baches, el Betis ha sabido siempre reaccionar. Nunca se vino abajo y siempre mantuvo una línea regular de rendimiento que es la que le ha permitido llegar a la recta final de la temporada con retos bonitos por delante.

Para ello, las rotaciones, en líneas generales, le han ido funcionando a Pellegrini con un grupo de jugadores que le han respondido bien en el terreno de juego con un compromiso muy alto. Esos rendimientos individuales han permitido mantener al bloque firme en todo momento, con una mentalidad fuerte y con la máxima ambición, de ahí la comunión perfecta que existe entre equipo y afición. Una afición que está viendo como sus jugadores lo dan todo en el campo y que también se siente identificada con la idea de juego implantada por Pellegrini, con muchos partidos a un alto nivel de fútbol en esta última maratón de encuentros.

Los jugadores del Betis celebran con la afición el pase a la final de Copa.

Un obligado reseteo

La carga de partidos y el hecho de no haber firmado jugadores en invierno que hubiesen permitido al chileno más recursos y más frescura a su disposición, ha provocado un desgaste físico y mental en un Betis que debe resetearse en este descanso de dos semanas. Todo, con el objetivo de regresar con las pilas puestas y recuperar esa chispa que necesitan hombres importantes, como es el caso de Sergio Canales.

El Betis debe aprovechar el descanso para coger esa chispa que le falta, como refleja Canales

El cántabro, dando ejemplo de compromiso con el Betis, ha venido jugando hasta con un fisura en el pie izquierdo, y a buen seguro que aprovechará este parón para desconectar y volver en las mejores condiciones posibles, al igual que otros compañeros que también acusan el cansancio, como Fekir, el propio Carvalho, Guido... Para ello, en estas dos semanas, además del descanso, el Betis podrá realizar sesiones de entrenamiento, cosa que compitiendo cada tres días es muy complicado.

Refrescar conceptos e ideas y recuperar también jugadores lesionados, como Álex Moreno, y alcanzar con bloque esa chispa y ese nivel óptimo para poder coronar con nota una temporada que viene siendo muy buena. "Queda un final de temporada duro, pero estamos capacitados para hacer cosas bonitas", indicaba Bartra, el hombre más en forma y a mejor nivel en el Betis en estos momentos, tras el partido de Balaídos, en un sentir generalizado del vestuario bético.

Coronar la temporada

El calendario que les resta a los heliopolitanos en Liga es el siguiente: Osasuna, Elche, Barcelona y Granada, en el Benito Villamarín; Cádiz, Real Sociedad, Getafe, Valencia y Real Madrid. Un calendario exigente en el que el Betis seguirá intentando pelear por jugar la Liga de Campeones o, al menos, asegurarse, si no lo hace por la vía de la Copa, volver a jugar la Liga Europa el próximo curso. El Plan está trazado por Pellegrini, él marca la diferencia.