Soluciones para el bloqueo

Sevilla/En el Betis se mantiene la calma. Alejados del ruido de las redes sociales y los comentarios propios de estas fechas, los técnicos continúan trabajando en la planificación de la temporada 2022-23, para la que el conjunto heliopolitano ya realizó parte del trabajo anticipadamente y para la que se quiere colocar alguna guinda en forma de fichaje, aunque el verano es largo y todavía se aguarda a que se mueva el mercado.

Los balances contables hasta el 30 de junio y las dificultades económicas de la mayor parte de los clubes españoles –LaLiga ya avisó hace unos meses que unos 15 equipos tendrían superado el límite salarial que ella misma marca– está provocando que el mercado interno en España apenas se esté moviendo, más allá de aquellos jugadores que han finalizado sus contratos o que alcanzan un acuerdo para desvincularse.

A diferencia de la Premier, donde los clubes ingleses sí están moviendo grandes cantidades de dinero –el último movimiento que está a punto de cerrarse es el de Yves Bissouma al Tottenham procedente del Brighton a cambio de más de 30 millones de euros–, en España ni siquiera los grandes, que siempre habían sido los animadores del mercado, están en condiciones de gastar ahora mismo grandes cantidades de dinero, a excepción de un Real Madrid que sí tiene esa posibilidad y que ha apostado por el francés Tchouameni.

El Barcelona, que hoy realiza una asamblea extraordinaria en la que le pedirá a los socios compromisarios el respaldo para no cerrar el ejercicio con pérdidas de más de 150 millones de euros, se encuentra sacando la calculadora para acometer operaciones; el Atlético de Madrid, otro club que en otros tiempos animaba el mercado, también se encuentra paralizado, a la espera de cerrar alguna venta millonaria o de conocer los futuros de Saúl y Morata, que han regresado de sus respectivas cesiones y que disfrutan de contratos elevados.

El Betis tampoco es ajeno a esos problemas. Los propios dirigentes reconocieron que necesitaban unos 25 millones de euros para cuadrar las cuentas del ejercicio 21-22, de ahí que escuche ofertas por sus principales jugadores. Eso sí, el club no tiene la intención de deshacerse de sus mejores activos a precio de saldo, como ya han conocido los primeros equipos que han acudido a sondear a jugadores como Álex Moreno o Guido Rodríguez.

También están los verdiblancos pendientes de resolver los asuntos de Marc Bartra y William Carvalho, dos jugadores que finalizan sus contratos en 2023 y con los que el club se ha sentado para conocer sus intenciones. Si el central ya transmitió su deseo de continuar en Heliópolis, aunque habrá que negociar las condiciones, con el portugués existen más complicaciones y un diálogo abierto que no descarta posibilidad alguna.

Con estas situaciones de mercado muy paralizadas, en el Betis se sigue trabajando en el plan estival, que pasa por la pretemporada que comenzará a primeros de julio. Así, si los internacionales que han acabado más tarde la campaña tendrán unos días más de vacaciones, Manuel Pellegrini y su cuerpo técnico aprovecharán la primera parte del verano para volver a examinar a los más jóvenes.

Aunque el club prepara una reestructuración del Betis Deportivo, tras su descenso a la Segunda RFEF, algunos jóvenes comenzarán el trabajo con el primer equipo e incluso la idea es que algún juvenil también participe de esas jornadas. Jugadores como Marchena, Fran Delgado, Tavares o Raúl –éste si no acaba saliendo antes a alguno de sus pretendientes en Segunda– formarían parte del equipo bético.