El Betis Deportivo sigue en caída libre. La que se esperaba como una temporada de ilusión se está convirtiendo en una travesía amarga para el filial heliopolitano, que encajó su quinta derrota de la temporada ante un Atlético Sanluqueño que acabó paseándose por la ciudad deportiva Luis del Sol (0-3). 

Sólo el arranque de partido pareció enseñar a un Betis Deportivo distinto al de jornadas anteriores. Pero apenas resistió siete minutos, los que tardó el conjunto gaditano en adelantarse en el marcador, con un disparo de Julen Azkue que rebotó en un defensor bético. Ni la fortuna acompaña a los de Manel Ruano, que había buscado cambiar la dinámica sentando a Raúl para dar entrada a Mizzian en la delantera.

El Betis Deportivo buscó la reacción tras el 0-1, con sendos remates de Simón y, sobre todo, dos testarazos de Mizzian que se marcharon fuera, pero lo que llegaría sería el segundo tanto visitante. Y otra vez con el mismo protagonista, un Julen Azkue especialmente inspirado en la ciudad deportiva, que puso el 0-2 en el 39', tras remachar a la segunda después de que su primer remate se fuera al poste.

El golpe fue duro para el filial bético, que se marchó cabizbajo a la caseta. Ruano dio entra tras el intermedio a Raúl y Fran Delgado, con un cambio de dibujo con el que buscaba mejorar la zona ofensiva. Sólo un gol ha anotado el Betis Deportivo en el campeonato, un dato que señala esa falta de eficacia y también de capacidad de ataque del filial en esta campaña.

Pero lo que se encontró el Betis Deportivo fue el 0-3, obra de un ex como Miguelete, que anotó un golazo de falta directa (52'). Ahí quedó el partido visto para sentencia, y, pese a que el filial tiró de orgullo para acortar distancias, con ocasiones para Raúl, el marcador ya no se movería.

El Betis Deportivo se queda como colista de la categoría, con una sola victoria y cinco derrotas. Con un solo gol a favor y ocho en contra, en toda una pérdida de esas señas de identidad que lo llevaron el pasado año al ascenso. Las alarmas están encendidas y urge una reacción para enderezar el rumbo antes de que sea demasiado tarde.