Real Betis

Joaquín, honor eterno a la finta y el esprint

Joaquín, antes de una rueda de prensa.

Joaquín, antes de una rueda de prensa. / Adam Vaughan / Efe

19 de abril de 2023. Fecha para la historia del Real Betis Balompié por el anuncio de su gran capitán, Joaquín Sánchez Rodríguez, de colgar las botas una vez finalice la actual temporada 2022-23. El punto final a una carrera profesional ligada al club de Heliópolis que bien merece una mirada atrás para recordar lo que supone su figura para el conjunto de La Palmera, su equipo de toda la vida, su Betis.

Nacido en El Puerto de Santa María un 21 de julio de 1981, Joaquín empezó desde muy pequeño a despuntar con la pelota. Primero en el C. D. Los Frailes y de ahí al Safa San Luis. Y por supuesto, con ese nexo de unión con su tío, Joaquín "El Chino", figura clave y que tanta emoción genera en el futbolista verdiblanco. Por él se llama así y por él seguramente es futbolista de élite. A él dedica sus goles y a él echa de menos desde que lo perdió sin que pudiera ver cumplido su sueño: ver debutar a su sobrino con el primer equipo del Betis, pues falleció apenas unos meses antes.

Por ello, el bar El Chino será siempre un lugar muy, muy especial para Joaquín y su familia, con su hermano Ricardo muy presente en sus inicios futbolísticos. De hecho, Ricardo estuvo antes que Joaquín en la cantera del Betis y fue pieza clave para abrirle la puerta de entrada a Heliópolis a su hermano. Así, en 1997 entra en la cantera verdiblanca, con aquellos viajes en tren pagados por su padre, Aurelio, y su tío, "El Chino", cada día de entrenamiento con los cadetes de José María Calado. En la llegada a Heliópolis también tuvo mucho que ver con la figura de un ojeador que tenía el Betis para la provincia de Cádiz, Pedro Pajuelo.

Y desde el principio, Joaquín empezó a despuntar, a demostrar su calidad por la banda derecha. Sus regates, sus centros, definición... Así, ya en juveniles se proclamó campeón de la Copa del Rey en 1999. Su progresión era tal que ya en el curso 1999-2000 dio el salto al Betis Deportivo, con el que participó en 27 partidos.

Y de ahí, rumbo al primer equipo en al temporada 2000-01. Fernando Vázquez, por entonces entrenador de los verdiblancos en Segunda División, no dudó en contar con Joaquín y un 20 de agosto del año 2000 jugó su primer partido con el primer equipo ante el Recreativo en un Trofeo Colombino. Poco después llegó su debut oficial, un 3 de septiembre del año 2000 en el Multiusos de San Lázaro ante el Compostela.

Luego vino su primer gol con el Betis. Fue un 14 de octubre de 2000, en un encuentro ante el Universidad Las Palmas (2-0) en la séptima jornada. A la siguiente temporada, ya en Primera, Joaquín hizo ante el Espanyol en la segunda jornada su primer tanto en la máxima categoría. Y se asentó en la élite de tal forma que se convirtió en todo un ídolo del beticismo, con aquella Copa del Rey conquistada en el año 2005 contra Osasuna en el Vicente Calderón, y empezaron a aparecer los primeros grandes clubes interesados en él. Primero, el Real Madrid, y sobre todo, el Chelsea de José Mourinho. Pero nada llegó a buen puerto pese a los dos intentos de los londinenses en ficharlo. "Otra vez el ruso con la oferta para atrás", llegó a decir Manuel Ruiz de Lopera en una rueda de prensa.

Pero la realidad es que Joaquín antepuso su felicidad a todo y siguió en el Betis, jugando la Liga de Campeones en la campaña 2005-06. Y a finales de la misma llegó un capítulo nada agradable para Joaquín que sólo con el paso de los años ha podio cicatrizar con su humor habitual: su salida del Betis y el papel de Manuel Ruiz de Lopera. Una marcha que ambos recordaron recientemente en el documental que el portuense ha emitido en televisión en varios capítulos que repasan su vida, en un momento de mucho arte y mucha gracia de ambos protagonistas en referencia a aquel viaje del portuense a Albacete.

Todo quedó resuelto con la venta de Joaquín al Valencia por unos 25 millones de euros. En el club de Mestalla estuvo cinco temporadas (2006-07 hasta la 2010-11) y conquistó una Copa del Rey. Allí dejó muy buen recuerdo, pero su situación cambió por completo con la llegada al banquillo de Ronald Koeman. Apareció entonces la opción del Málaga para Joaquín y allí estuvo dos temporadas inolvidables para el todavía jugador verdiblanco (2011-12, 2012-13), donde coincidió con Manuel Pellegrini, alcanzando las semifinales de la Liga de Campeones.

Pero los problemas económicos empezaban a hacer mella en el club costasoleño y Joaquín fue vendido a la Fiorentina, que anunció su fichaje el 12 de junio de 2013. Allí permaneció dos años y volvió a dejar un buen recuerdo. Sin embargo, el deseo de Joaquín estaba claro: volver a casa, a su Betis.

Así, el 31 de agosto de 2015 el Betis anunció el regreso del ídolo, que nunca olvidará su presentación en el Benito Villamarón con cerca de 25.000 personas en las gradas. Y como anécdota, aquel brazo escayolado por un golpe que dio fruto de la tensión vivida hasta el último momento para que se cerrara su fichaje por el Betis, con el cual mantiene una relación accionarial, más allá de la deportiva. Pero esta segunda etapa siempre será recordada por Joaquín por la conquista de la tercera Copa del Rey del Betis, la segunda como jugador verdiblanco. Su protagonismo con Pellegrini fue de menos a más, la retirada merodeó su cabeza pero continuó y levantó el título el 23 de abril de 2022 en La Cartuja. De ahí, hasta ayer, momento en el que anunció que a partir de la próxima temporada será un bético más en la grada. Joaquín, leyenda vida del Real Betis Balompié.

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