Real Betis-Málaga CF · la crónica

De Mallorca vino él... (2-1)

  • El Betis remonta al Málaga con goles de Durmisi y Fabián para sellar el regreso a la Liga Europa cinco años después

  • La llegada de Serra Ferrer vuelve a cambiar la realidad del club

Tras una dura travesía de cinco años, con descenso y sinsabores incluidos, el Betis regresará el próximo año a Europa con honores. En su día más gris, desconectado por un Málaga voluntarioso, los de Quique Setién apelaron al orgullo para lograr una remontada que levantó al Benito Villamarín, que celebró por todo lo alto la vuelta del Eurobetis. Sí, Lorenzo Serra Ferrer ha vuelto a cambiar la realidad de una entidad que navegaba a la deriva en el apartado deportivo. Su ambición, su exigencia, su mensaje inconformista ya devolvieron la ilusión al bético desde el primer día, como si fuera una premonición de lo que vendría después. Tampoco se queda atrás Setién, cuya labor ha sido encauzar toda esa energía positiva, imponer su visión particular del fútbol y también añadirle otros ingredientes que no aparecían al principio en su fórmula, y que ahora han convertido a los verdiblancos en una máquina de ganar, en un equipo sólido, competitivo y con carácter. Para añadirle una dosis de veneno de la casa, el gol que mete al Betis en la Liga Europa 2018-19 lo anotó Fabián, ese descubrimiento para la élite que ha dado el gran salto hacia delante tras años de formación en la casa heliopolitana.

No fue el triunfo más sencillo para este Betis que acumula siete victorias en los últimos ocho partidos. El Málaga, desahuciado en la clasificación y mirando ya a esa reestructuración que convierta en un purgatorio su descenso a Segunda, cuajó un partido serio con el que casi se lleva un premio de Heliópolis.

De Mallorca vino él... (2-1)

Salieron los de José González con un sistema parecido al del Betis, con tres centrales y dos carrileros, pero añadiendo un plus de velocidad en el ataque con ese tridente formado por Success, En-Nesyri y Rolan, que puso en jaque a la zaga bética. Con una presión en campo contrario y acumulando jugadores en la zona central, el Málaga impidió una salida limpia del Betis desde atrás, lo que provocó que pronto se echara en falta a Bartra. Ni Amat ni Mandi eran capaces de conectar con Javi García o Fabián ni tampoco con Boudebouz o Joaquín, de ahí que el Betis realizase los peores 45 minutos de los últimos tiempos. Con el conjunto costasoleño mejor plantado en el campo, y pese a una acción individual de Barragán que acabó con un tremendo disparo al larguero del lateral, una rápida contra lanzada por Success al desmarque al espacio de En-Nesyri, que se zafó con facilidad del marcaje de Amat, colocó el 0-1 con una gran definición del marroquí en el mano a mano ante Pedro. El Betis no estaba cómodo en el césped y, además, el Málaga rompía su imbatibilidad.

Lo mejor de los verdiblancos fue la reacción al gol. Fabián y Durmisi comenzaron a conectar por la banda izquierda y precisamente el danés aprovecharía un mal despeje de Rosales tras una pared de Joaquín para batir a Roberto con un disparo raso y cruzado con su pierna derecha.

Ni el 1-1 apenas cuatro minutos después del tanto malaguista mejoró al Betis. A la desconexión entre líneas se unía un equipo demasiado atrás, sin intensidad en la presión al rival, que incluso llegó a desesperar a su afición. El Málaga continuaba a lo suyo, metiendo miedo en cada acción en la que participaban Rolan, En-Nesyri o Success, superiores físicamente a los zagueros verdiblancos.

No cambió demasiado la tónica tras el descanso. El Málaga sí había cedido ya la posesión a los verdiblancos e incluso retrocedió para pertrecharse en su campo, pero los verdiblancos seguían sin clarividencia. Setién la buscó con Loren y Guardado, que entraron por Boudebouz y Joaquín, pero la hallaría con Mandi, ese central al que tiene en estima por interpretar a la perfección su libreta.

Con el meta Pedro reteniendo la pelota en su pie a la espera de encontrar una alternativa de pase, el central franco-argelino dio un paso adelante para romper la presión costasoleña y convertirse en alternativa para el envío en largo de su portero. Ese movimiento permitió que los verdiblancos lograsen una superioridad numérica ya en el campo del Málaga, que acabó en el balón de Guardado hacia Fabián. El palaciego, sin dudarlo, se acomodó la pelota a su pierna izquierda para ejecutar un disparo como si fuera un pase a la red desde 25 metros, inalcanzable para Roberto. 2-1 y al Betis ya no se le escaparía esa victoria que tanto deseaba, y merecía, el beticismo. La fiesta era completa, el Betis volvía a ganar, esa sana costumbre que genera tanta felicidad, para que Europa ya sea su mejor realidad.

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