El nuevo Eurobetis de Manuel Pellegrini quiere ir más allá, hacer de una vez historia de la buena en Europa, y lo demostró con una victoria de mucho prestigio en el Olímpico de Roma. Un testarazo de Luiz Henrique a centro desde la izquierda de Rodri cuando corría el minuto 88 dibujó una parábola muy pronunciada que resultó imposible de responder para Rui Patricio, el portero que suele defender la portería de la selección portuguesa y que en la primera parte, había evitado que los verdiblancos se fueran al descanso con ventaja.

El Betis puso más que la Roma en el desarrollo del partido, sobre todo en la primera parte, en la que el referido Rui Patricio tuvo hasta tres intervenciones de nivel. Pero fue en la segunda donde tiró de eficacia para traerse a Sevilla tres puntos que lo dejan líder destacado de su grupo con nueve, seis más que la Roma antes de que el equipo de José Mourinho devuelva visita al Villamarín.

Salió perfecto el plan de Pellegrini de dar un golpe casi definitivo en la Ciudad Eterna para amarrar la primera plaza del grupo y ahorrarse esa incómoda eliminatoria con un rebotado de la Champions allá por febrero. Tuvo de nuevo personalidad el Betis para tomar la iniciativa y el control (a veces, una no va de la mano del otro).

Y redobló esa personalidad cuando la Roma, que ya había avisado de que su peligro llegaba a balón parado, se agarró a la mirada escrutadora del VAR, que sancionó una mano de Aitor Ruibal después de que el central Ibáñez no llegara a cabecear y confundiera al lateral bético. Dybala transformó desde los once metros engañando a Claudio Bravo, pero los verdiblancos se aferraron a su plan inicial a sabiendas de que era el bueno. Luis Henrique chutó fuerte y raso pero centrado para que Rui Patricio volviera a responder, pero ya en el minuto 40, Guido enganchó un zapatazo violento y colocado que ya fue inalcanzable para el guardameta luso.

Con todo, la Roma pudo irse al vestuario con ventaja si Claudio Bravo no exhibe sus reflejos, agilidad y fuerza de brazos en una volea de Dybala desde el borde del área, ya en el minuto 45.

La tropa de Mourinho se dispuso con un 3-4-2-1 en el que apenas apretaban los tres hombres más adelantados (Zaniolo y Dybala por detrás de Abraham) y a la que le costó mucho salir por fuera pese a los dos laterales largos. Sólo Zalewski, que cambió la izquierda por la derecha cuando se lesionó Celik a los cinco minutos, se animó en los estertores de la primera mitad. Pero casi todo el caudal ofensivo de los italianos brotaba, o lo trataba, por los pasillos interiores, buscando sin éxito a Abraham y con Zaniolo y Dybala amagando más que dando entre líneas.

Enfrente, Sergio Canales dijo que allí estaba él para hacerse con la pelota y marcar el ritmo del juego con su diapasón. Y la Roma fue replegándose sin remisión a medida que Canales amasaba la pelota con la inestimable ayuda de Nabil Fekir, Joaquín descolgado hacia dentro desde la izquierda, y Guido dando un audaz e inteligente paso adelante desde el eje de la medular.

Pronto empezó a sonar la orquesta bética en el imponente Olímpico, que hervía con un ambiente de gran noche europea, las tendidas gradas salpicadas de multitud de banderas giallorossi y en un rincón, prendido un vivo fuego verde, el que atizaron sin parar los 4.000 béticos.

La marea bética sólo calló un momento cuando Fekir volvió a tirarse a la hierba doliéndose de un músculo. Fue en el minuto 22 cuando lo relevó Luiz Henrique, nueve después de que el francés enviara la pelota al poste izquierdo. Pero al momento volvieron a resonar los cánticos españoles en la ciudad de las siete colinas.

Tras el descanso, el Betis bajó el pistón. Canales dio síntomas de cansancio. Tampoco la Roma hizo por avivar el juego. Sólo a balón parado amenazó de nuevo, pero Claudio Bravo volvió a sacar brazos de acero ante el disparo a quemarropa de Cristante (51’).

Joaquín se fue del campo bajo el reconocimiento del propio Mourinho en la banda y el plan de Pellegrini para dar el paso definitivo hacia la victoria surtió efecto en cuanto entraron tres titulares habituales como Carvalho, Álex Moreno y Borja Iglesias (75’). Ahí se forjó el arreón final, que tuvo su premio en el testarazo de Luiz Henrique. Esa parábola anuncia que el nuevo Eurobetis quiere ser por fin alguien en el continente. En ello anda ya.

Ficha técnica

Roma: Rui Patrício; Mancini, Smalling, Ibañez; Celik (Spinazzola, m.5), Cristante (Camara, m.80), Matic, Zalewski; Zaniolo, Dybala (El Shaarawy, m.80); Abraham (Belotti, m.73).

Betis: Bravo; Ruibal, Luiz Felipe, Pezzella, Miranda (Alex Moreno, m.75); Guardado (William Carvalho, m.75), Rodríguez; Canales, Fekir (Luiz Henrique, m.22), Joaquín (Rodri, m.60) ; Willian Jose (Borja Iglesias, m.75).

Goles: 1-0 m.34: Dybala (penalti). 1-1 m.40: Guido. 1-2 m.88: Luiz Henrique.

Árbitro: Matej Jug (esloveno). Mostró tarjeta amarilla a Mancini (m.71) por parte de la Roma; y a Luiz Felipe (m.29), Bravo (m.32), Guardado (m.33), Pezzella (m.83) por parte del Betis. Expulsó con roja directa a Zaniolo (m.93), de la Roma.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga Europa, disputado en el Estadio Olímpico de Roma. Casi lleno y unos 4.000 béticos en las gradas. Se guardó un minuto de silencio por la tragedia del estadio de Kanjuruhan, en Indonesia.