La Comisión contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte acordó este miércoles declarar de alto riesgo el encuentro Betis-Sevilla, correspondiente a los octavos de final de la Copa del Rey y que se disputará este próximo sábado.

El partido, que determinará la clasificación para los cuartos de final de la competición, se jugará a las 21.30 horas en el estadio Benito Villamarín. A diferencia del partido de máxima rivalidad que se disputó el pasado domingo 7 de noviembre en el recinto heliopolitano, no habrá cupo de entradas reservado a los aficionados sevillistas.

Para combatir el avance de los contagios en esta sexta ola del Covid-19, el Gobierno ordenó a finales del pasado mes de diciembre que los estadios de Primera y Segunda División tendrán un aforo máximo permitido del 75% durante todo el mes de enero. Ese recorte impide que el Betis reserve el habitual cupo al club visitante, que en el partido de hace dos meses fue de 600 entradas.

La ausencia de aficionados sevillistas en el Benito Villamarín no evitará que el dispositivo de seguridad sea el habitual en partidos de rivalidad local. Agentes de la Policía Nacional y el resto efectivos de Policía Local, Bomberos, Protección Civil, 061 y seguridad privada, integran el dispositivo de seguridad para el duelo hispalense.