Del descomunal peso específico de Isco a la llegada de Pablo Fornals
Betis-Almería | Los nombres propios
Se consumen las jornadas y cada vez es más manifiesta la dependencia que tiene el Betis de su gran fuente de juego
La crónica del Betis-Almería (3-2)
Tener a Isco en tu equipo es una enorme fortuna por el altísimo vuelo de su fútbol y su gobierno de los partidos. Él marca los tiempos, primero con el moño bien recogido y luego, a medida que se suceden sus carreras, bastante más desmelenado. No obstante, la dependencia que el Betis tiene ya de su dorsal 22 empieza a ser delicada. Pablo Fornals lo secunda con su enorme instinto en los últimos metros. En la retaguardia, tuvo mucho mérito la respuesta de Sokratis para cubrir el vacío, no pequeño, de Germán Pezzella.
Isco | Mejor no pensar en qué sería de este Betis sin él
Enorme, descomunal, casi inconcebible el peso específico que Isco Alarcón tiene en este Betis. La temporada se consume y en cada partido queda más patente que el equipo juega a lo que dicta el finísimo jugador de Arroyo de la Miel. Su nivel es de jugador top, pero tanta dependencia es peligrosa.
Fornals | Su instinto para aparecer en el área es oportunísimo
En un equipo como este Betis, con Bakambu y Chimy varados, es especialmente oportuno el sentido que tiene Pablo Fornals para arrancar una jugada y darle continuidad sorprendiendo al remate. En su gol fue oportunista, pero antes ya había gestado la acción detectando el desmarque, muy habitual, de Isco al área.
Sokratis | Un partido más que solvente en el perfil de Pezzella
El experto central griego fue el más entonado de la zaga verdiblanca ante el Almería, paliando su falta de velocidad con un gran sentidfo de la anticipación y sin tomar decisiones erróneas con la pelota. Apagó algún que otro conato en una zona por donde insistió Embarba con sus entradas desde la izquierda.
Fekir | No desahogó ni lanzó como pieza más adelantada
El francés entró en el minuto 75 por Ayoze y, como tampoco estaba estaba ya sobre la hierba Willian José, volvió a ubicarse como pieza más adelantada, con Rodri a la derecha y Abde a la izquierda. Esta vez Fekir no fue el jugador con pausa, visión, pase o tiro para sacar al Betis del apuro. Su irregularidad es un hecho.
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