La distensión del Betis en Europa se ha hecho crónica
El indolente equipo verdiblanco, con Lo Celso sin acompañamiento, salió al trote y cuando el Mladá Boleslav se le encaramó no tuvo respuesta
Así jugaron los futbolistas del Betis ante el Mlada Boleslav
Otro negro capítulo del Betis en Europa. Y van demasiados. No hay manera de que los de verde y blanco salgan a competir con equipos sin pedigrí alguno en el concierto europeo. Esta vez tocaba visitar al décimo clasificado del campeonato checo y fue inferior en tres cuartos de partido. Lo Celso marcó de primoroso golpeo de falta directa en el minuto 17 pero fue un chispazo digno en un mar de desidia y molicie.
Defensa
No hay manera de que este equipo verdiblanco encuentre en esta sórdida fase de la Conference League un estímulo que lo lleve a ser digno defensor del escudo bético. Juega al trote. Literalmente. Hasta el Chimy Ávila y Vitor Roque, que son dos moscas incansables en la presión cada partido de Liga, se tomaron con relax la salida al gélido y desangelado campito de fútbol checo. Cuando los de Manuel Pellegrini detectaron el nivel físico y técnico de los de enfrente, pusieron el piloto automático. Otra vez. Como en Varsovia, ante el Copenhague y ante el Celje. Altimira obró esta vez como único pivote con Lo Celso por delante para surtir de balones a otros cuatro atacantes: Assane Diao, Juanmi, Vitor Roque y Chimy Ávila. Y como este cuarteto esprintó lo justo sin la pelota, los checos empezaron a contar con más balón del previsto. Y empezaron a ganar los duelos. Y se llevaron los rebotes. Y hasta pusieron varios balones peligrosos desde las bandas. Entre el bajo nivel de los rematadores dee azul, sobre todo del ariete Vojta (vaya grosero regalo de Aitor Ruibal) y la experiencia de Adrián, el Betis salió indemne de su nueva empanada mental en los últimos quince minutos de la primera parte, donde el Mladá le remató hasta cinco veces con cierto peligro.
Pellegrini trocó a un inédito Vitor Roque en el descanso para tratar de reforzar la media con Mateo Flores, tener más balón y cortar las alegres salidas de los de azul. Pero era tanta la distensión y tantos los metros entre líneas...
Ataque
Todo el ataque potable de la primera mitad se inició en Giovani Lo Celso. Lo malo para el Betis es que también acabó en sus botas. No hubo desdoblamientos por las bandas (a reseñar el fantasmagórico dúo Ricardo Rodríguez-Juanmi), ni movimientos sin balón de los dos puntas. Lo Celso se trabajó la falta en el borde del área y con su zurda mágica despejó la noche.
Para tratar de remendar el descosido, lo único que pareció útil fue la entrada de Jesús Rodríguez, cuya movilidad para entrar por fuera o por dentro fue un soplo de aire fresco que no bastó.
Virtudes
El golpeo de Lo Celso en la falta fue lo que se salvó.
Talón de Aquiles
Las ausencias de Isco, Cardoso, Fornals o Carvalho dejan un Betis muy endeble en la zona ancha. Si encima la actitud indolente se hace crónica, tragedia.
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