La figura de Joaquín Sánchez deja una huella indeleble en la historia de la Primera División española. Y más aún que la hubiera dejado si en los años treinta, en ese fútbol de calzones enormes, borceguíes y balones pesados como piedras, un entrenador inglés no se hubiera visto obligado a jugar un partido de fútbol con 48 años y 226 días de edad. Al hacerlo, se ha convertido en el jugador más veterano en actual en un partido de la máxima categoría del fútbol español. Fue Harry Lowe, técnico del Donostia FC (nombre de la Real Sociedad durante la República), quien tuvo que saltar a la hierba porque en aquella época no había cambios y, por motivos económicos, solían viajar los jugadores justos en las expediciones.

Harry Lowe (1886, Northwich, Reino Unido), que debutó como jugador en el Brighton en 1913 y luego defendió también las camisetas blancas del Tottenham y el Fulham, no lo dudó cuando uno de sus once jugadores que viajaron a Valencia enfermó antes del partido con el Valencia. Antes que actuar con diez jugadores, prefirió completar él la lista de titulares. El Donostia perdió 7-1, pero Lowe, que jugó de delantero, al menos dio el pase de gol de su equipo, que esa temporada acabaría descendiendo con sólo 11 puntos en 22 jornadas. Cinco temporadas entrenó el británico a la formación easonense, la primera de ellas fantástica, pues acabó tercero en la tabla.

Harry Lowe, que había nacido casi un siglo antes que Joaquín, falleció el 15 de julio de 1967 a los 80 años de edad.

Ese anecdótico partido priva a Joaquín Sánchez a irse del fútbol profesional con otra medalla más, la de haber sido el jugador con más edad en darle patadas al balón en un partido de Primera. El portuense lo hizo ante el Valencia el pasado domingo con 41 años y 315 días, otro asombroso dato que refleja la categoría técnica y también física del gran capitán verdiblanco.

Se da además la circunstancia de que los tres siguientes futbolistas en la lista histórica son guardametas, una demarcación que, por el menor desgaste físico, propicia una retirada más tardía del deporte profesional: Diego López en el Rayo (se retira al acabar esta campaña también), Ricardo en Osasuna (1 de junio de 2013) y Cifuentes en el Cádiz (27 de septiembre de 2020), según los datos de tercertiempo.es, lo hicieron con los 41 años ya cumplidos.