Fornals lideró la ordenada y briosa energía de inicio

Betis-Osasuna | Informe técnico

El Betis ejecutó a la perfección el plan de presión alta, intensidad y llegada, que propiciaron los dos errores del Osasuna en los goles, aunque faltó el contragolpe ya con el 2-0

La crónica: Los 'regalos' de Osasuna allanan el camino al Betis (2-0)

Marc Roca cubre el cruce de Valentín Gómez ante Raúl García de Haro.
Marc Roca cubre el cruce de Valentín Gómez ante Raúl García de Haro. / Antonio Pizarro

La forma en que Manuel Pellegrini celebró los dos goles en la primera parte y también cómo lamentó que no hiciera más sangre el Betis fue una señal de que su plan pasaba por aprovechar bien pronto la superioridad verdiblanca. El técnico bético dio orden de hostigar desde el inicio al Osasuna para encauzar cuanto antes el partido sin dejar que los minutos hicieran mella en su equipo después del esfuerzo de igualar un 1-2 en la Europa League. El Ingeniero sabía que ahí estaba el triunfo y se salió con la suya.

Fue Fornals el que mejor entendió que el Betis no podía especular. Se trataba de salir con orden y la intención de ir de verdad a por el partido sin dejar un resquicio a la duda para evitar que surgiera el cansancio. Pellegrini hizo cinco cambios respecto al encuentro con el Nottingham Forest con la premisa de encauzar la energía inicial. El plan fue redondo.

Defensa

Tuvo que repetir de nuevo Pellegrini la pareja de centrales, con Natan en el eje diestro junto a Valentín Gómez, pero sí refrescó a los dos laterales y bien que notó esa energía el Betis. Bellerín y Ricardo Rodríguez subieron la línea de presión para impedir que las alas del Osasuna se dieran la vuelta y por en medio Amrabat y Marc Roca, otro de los futbolistas que entraban, también estuvieron muy atentos para sostener esa línea de presión intensa sin dejar que el Osasuna respirase.

La convicción en la presión se hizo contagiosa a los mediapuntas. Al habitual brío de Abde se sumó un Fornals que tuvo el don de la ubicuidad desde su posición de 10. Y Antony contribuyó también a sostener todo el entramado con intensidad, incluso en las permutas con Bellerín para cubrirle las espaldas cuando éste subía. Con esa coordinada presión fue lógico que llegaran los dos goles antes del descanso. Fornals, con mucha fe, provocó el claro error de Catena y le dio el pase de la muerte a Abde en el 1-0 (19’). Y también estuvo atentísimo a la línea de pase de Boyomo en otra salida rojilla para darle al Cucho un buen balón en la frontal que el colombiano convirtió en oro (2-0, 38’).

Tras el descanso, los cambios del Osasuna dibujaron otro partido. Hubo algunos minutos de desconcierto. Pero reaccionó bien Pellegrini tapando las nuevas vías externas de los rojillos abiertas por Becker y Víctor Muñoz en los extremos. El zafarrancho rojillo apenas duró cinco minutos.

Ataque

La movilidad de los mediapuntas, con algunos momentos de brillo en rápidas combinaciones en los tres cuartos, fue tan importante con balón como sin él. Las mejores llegadas y los goles se manifestaron gracias a robos adelantados. Ni siquiera hizo falta algún destello de calidad de un apagado Antony.

Fornals aparecía por todo el frente y siempre encontró a algún compañero cerca por el orden con que se puso en el campo el Betis. Pero no aprovechó los espacios para rematar el partido a la contra cuando el Osasuna se estiró ya con 2-0.

Virtudes

Perfecta ejecución del plan diseñado por Pellegrini.

Talón de Aquiles

No hizo falta, pero el plan B del contraataque ni se intuyó.

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