Un giro más a la finta y el sprint

Joaquín fue de los futbolistas del Betis más destacados en La Rosaleda, estadio en el que el futbolista de El Puerto de Santa María siguió batiendo registros, convirtiéndose en el jugador que más partidos ha disputado en Primera División en el siglo XXI (469) -el decimotercero en toda la historia de la Liga empatado con un estandarte del beticismo, Esnaola-, superando por uno a Iker Casillas, que en la redes sociales le mandó un afectuoso mensaje al 17 bético: "¡Menudo arte! ¡Felicidades, chaval! ¡Un abrazo y mucha suerte para lo que queda de temporada!". Además es el quinto futbolista en la historia del conjunto de Heliópolis con más partidos disputados con la elástica verdiblanca en la máxima categoría del fútbol español (254), a uno del cuarto, su íntimo amigo Juanito, disputando en total 334 partidos oficiales con el Betis (@BetisStats). Otro dato que refleja la buena trayectoria de Joaquín es que es el quinto futbolista con más asistencias en Liga en el siglo actual (84), siendo superado por Cristiano Ronaldo (85), Xavi Hernández (96), Daniel Alves (97) y Messi (141). Guarismos que reflejan la dimensión futbolística del portuense.

Joaquín, al margen de los números, es también un referente para sus compañeros en el campo y en el vestuario, como se pudo comprobar ante los costasoleños, tirando del carro hasta que, prácticamente, se quedó sin fuerzas. "Joaquín es como un entrenador dentro del campo. Siempre ayuda a los compañeros. Él ve el fútbol, tiene mucha experiencia y nos corrige. Le damos siempre las gracias porque siempre nos ayuda", comentó Fabián a la finalización del choque, otro de los jugadores que destacaron en los heliopolitanos ante el Málaga, reflejándose en sus palabras el alto grado de compromiso que Joaquín sigue teniendo desde que volvió a vestir la camiseta del Betis en la campaña 15-16. Diez años después de su salida, finalmente al Valencia -aquel capítulo con Lopera mandándolo al Albacete siempre será recordado-, donde conquistó su segunda Copa del Rey (07-08), tras la de 2005 con el Betis, y vivió momentos un poco complicados con la llegada de Ronald Koeman al banquillo. Después militó dos campañas en aquel Málaga que fue apeado de la Champions por el Borussia Dortmund en aquella polémica vuelta de los cuartos, de ahí que al salir del campo en el choque del pasado lunes recibiera bastantes aplausos dentro de la división de opiniones que hubo en la grada del feudo malaguista, muy enfadada con su equipo. Luego militó dos temporadas en la Fiorentina, hasta que en verano de 2015 regresó al Betis con una multitudinaria acogida de la afición bética en el Villamarín.

Y todo, sin olvidar su paso por la selección española, con aquel amargo recuerdo del Mundial de Corea y Japón en 2002.

Ahora atraviesa un buen momento de forma, sabe leer bien ese otro fútbol ya lejos de la banda, cuando antes la línea de cal era su amiga en cada partido, mientras el speaker Manuel Melado gritaba aquello de "¡la finta y el sprint, Joaquín!". El capitán bético se mete bien por dentro en el juego interior y prueba de ello es la asistencia que dio a Sergio León. Su renovación está cerca y su deseo, tras comprar acciones del tramo caro, es ser presidente del Betis. De momento, sigue respondiendo en el campo. El futuro ya hablará...