Cerveza 0,0, refresco o zumo: esta es la bebida sin alcohol que más y menos engorda
Salud
Sevilla/Todos sabemos que cuidar nuestras alimentación es esencial para tener una vida sana. Saber qué bebida es la adecuada puede ser tan importante como decidir qué alimentos comemos en nuestro día a día. Cuando hablamos de bebidas sin alcohol, entre las más famosas están la cerveza 0,0, los refrescos y los zumos. Todas estas bebidas tienen sus ventajas y desventajas, pero ¿cuál es la que más engorda? Y lo que es más importante, ¿cuál es la mejor para llevar una dieta equilibrada? En el artículo de hoy vamos a ver cuántas calorías tienen estas bebidas y los efectos en la salud de cada una para ayudarte a saber cuál es la mejor.
Cerveza 0,0%
La cerveza sin alcohol ha ganado popularidad como una opción baja en calorías. Una lata de 355 ml de cerveza 0,0 contiene entre 50 y 70 calorías, dependiendo de la marca y la variedad. Esto la convierte en una de las opciones más ligeras entre las bebidas sin alcohol, sobre todo si la comparamos con los refrescos y los zumos industriales.
La cerveza 0,0% tiene varias ventajas. Para empezar, como ya hemos recalcado, la cerveza sin alcohol, a diferencia de la cerveza con alcohol, no tiene etanol, lo que hace que su contenido calórico sea bastante más bajo.
Por otro lado, la cerveza 0,0% contiene vitaminas del grupo B, ácido fólico y antioxidantes naturales como los polifenoles, que son beneficiosos para el sistema cardiovascular y, además, también puede contribuir a la hidratación, aunque no debe sustituir al agua.
Aunque la cerveza 0,0% tenga varios beneficios, también tiene algunas desventajas. Entre ellas está que algunas marcas tienen residuos de alcohol (menos del 0,5%), lo que puede no ser ideal para algunas personas. Además, aunque es más saludable que otras opciones, debe consumirse con moderación, ya que un exceso puede aportar calorías innecesarias.
Refrescos
Los refrescos son una de las bebidas más consumidas a nivel mundial, pero también están entre las menos saludables. Una lata estándar de 355 ml de refresco contiene entre 125 y 180 calorías, dependiendo del sabor y la marca. Esto equivale a más del doble de las calorías de una cerveza 0,0. Además, el contenido de azúcar en los refrescos es alarmantemente alto, con valores que rondan los 35-40 gramos por lata, lo que supera la cantidad diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Consumir regularmente refrescos tiene algunos efectos negativos como el aumento de peso, y es que las calorías vacías y los azúcares refinados contribuyen directamente a la acumulación de grasa corporal. Además, el consumo regular de refrescos está relacionado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y síndrome metabólico.
Por otra parte, los ácidos y azúcares presentes en los refrescos erosionan el esmalte dental, aumentando el riesgo de caries y, a pesar de su alto contenido calórico, los refrescos no sacian, por lo que son calorías innecesarias que además, como no te sacian, te empujan a consumir más.
¿Y los refrescos sin azúcar?
Aunque los refrescos sin azúcar tienen menos calorías (o ninguna), tienen edulcorantes artificiales como aspartamo o sucralosa, cuyo impacto a largo plazo en la salud sigue siendo objeto de debate. Además, pueden alterar la percepción del dulzor y fomentar un consumo excesivo de productos dulces.
Zumos
Los zumos son otra opción popular, especialmente entre quienes buscan algo más "natural". Sin embargo, su valor nutricional varía enormemente según sean naturales o procesados.
Zumos naturales
Un vaso de 200 ml de zumo natural (por ejemplo, de naranja) contiene alrededor de 90 calorías, junto con vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C y el potasio. Aunque es más saludable que un refresco, el azúcar natural presente en las frutas, conocido como fructosa, también puede contribuir al aumento de peso si se consume en exceso.
Además, la falta de fibra (presente en la fruta entera) hace que el azúcar del zumo se absorba más rápidamente, lo que puede provocar picos de glucosa en sangre.
Zumos industriales
Los zumos procesados suelen contener azúcares añadidos, lo que eleva su contenido calórico a niveles similares o superiores a los de los refrescos (hasta 150 calorías por vaso). Además, muchos pierden gran parte de sus nutrientes durante el proceso de pasteurización, lo que los convierte en una opción menos saludable.
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