Cuatro gestos de la comunicación no verbal que indican que alguien se siente atraído por ti
Sevilla/La comunicación no verbal tiene un papel importante en la forma en la que interactuamos con la gente a diario, especialmente cuando se trata de mostrar sentimientos de atracción, interés o incluso amor hacia otra persona. Sin necesidad de usar las palabras, nuestro cuerpo puede expresar lo que realmente sentimos, muchas veces sin que seamos conscientes de ello. A través de gestos, miradas y posturas, es posible transmitir mensajes claros sobre lo que sucede en nuestro interior.
El amor y la atracción se muestran muchas veces a través de la comunicación no verbal. Este lenguaje corporal puede ir desde gestos hasta posturas, y tiene como objetivo atraer la atención de la otra persona, facilitar la cercanía o el contacto físico y crear una conexión psicológica. Este fenómeno se conoce como kinésica o cinésica, la disciplina que estudia los movimientos corporales y su relación con las emociones.
Sin embargo, es importante destacar que la comunicación no verbal no es un lenguaje universal, sino que está influenciada por factores como la cultura, el contexto social e incluso el género. Hombres y mujeres a menudo muestran señales de atracción de manera diferente, utilizando distintos códigos y gestos para expresar su interés.
1. La mirada
Uno de los gestos que más hablan es la mirada. Según el psicólogo y terapeuta de pareja Ángel Luis Guillén Torregrosa, cuando alguien se siente atraído, las miradas suelen ser largas y prolongadas, intentando establecer un contacto directo con la persona que les interesa. Este tipo de mirada no es casual; es una forma de conexión que muestra un claro deseo de acercamiento.
Además de estas miradas directas, en el proceso de seducción pueden aparecer miradas cortas y fugaces, pero constantes. Seguir a la otra persona con la mirada de reojo, estar pendiente de sus movimientos y observarlos son signos claros de que existe un interés genuino. Carlos Rodríguez, experto en comunicación no verbal, añade que las miradas suelen ser más globales en mujeres, abarcando desde los ojos hasta otras partes del cuerpo, mientras que en los hombres, estas tienden a centrarse en aspectos muy concretos como los ojos, los labios o el pecho.
2. Levantar las cejas
Otro gesto que puede delatar atracción es levantar las cejas. Este movimiento, aunque sutil, es muy poderoso en la comunicación no verbal. Guillén explica que levantar las cejas muestra interés, sorpresa y una apertura a seguir conociendo más a la persona. Es una expresión común que aparece en los enamorados, y aunque puede parecer un gesto pequeño, su impacto en la interacción es significativo.
3. La distancia física
La proxémica es el estudio de las distancias interpersonales y cómo estas reflejan las relaciones entre las personas. Cuando alguien se siente atraído por ti, es probable que intente acercarse físicamente, rompiendo lo que se conoce como el espacio de seguridad interpersonal.
Guillén señala que este acercamiento físico puede manifestarse en contactos aparentemente casuales, como tocar la mano, apoyarse sobre la otra persona o simplemente estar más cerca de lo que sería normal en una interacción casual. Este tipo de comportamiento no solo indica atracción, sino también un deseo de establecer una conexión más íntima.
Rodríguez añade también que los hombres tienden a ser más atrevidos en este aspecto, rompiendo las zonas íntimas de manera gradual para ver hasta dónde les permite llegar la otra persona. Este proceso es parte del juego de la seducción, donde el contacto físico se incrementa a medida que crece la atracción mutua.
4. La sonrisa: el reflejo del agrado
Una sonrisa es quizás una de las señales más universales y fácilmente reconocibles de atracción. Cuando una persona está interesada en otra, su rostro se ilumina con una sonrisa que no solo muestra agrado, sino que también expresa que se siente bien en la compañía del otro.
Guillén destaca que la sonrisa es una expresión constante cuando alguien está enamorado o se siente atraído. Es un signo claro de que la persona está a gusto, se siente cómoda y abierta a seguir interactuando. Las sonrisas en estos casos suelen ser genuinas, involucrando no solo la boca sino también los ojos, y esa atracción es algo difícil de falsificar.
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