¿Qué es la hidrocefalia? Síntomas, pronóstico y tratamiento de la enfermedad

La hidrocefalia puede aparecer en cualquier etapa de la vida, pero es más frecuente en bebés

Así es Carlos, un niño de Écija con hidrocefalia que necesita ayuda para recibir un tratamiento en Tailandia

Un niño es atendido en una consulta de Pediatría.
Un niño es atendido en una consulta de Pediatría. / M. G.

“La incidencia de la Hidrocefalia es de aproximadamente 1 de cada 1.000 personas y, aunque ocurre con mayor frecuencia en los niños, también se puede presentar en adultos y ancianos”, indica la Asociación Navarra de Espina Bífida e Hidrocefalia (ANPHEB). Esto es lo que padece Carlos, el niño de Écija (Sevilla) que necesita ayuda para recibir un tratamiento, novedoso y prometedor, en Tailandia. Su madre, Rocío Herrera está dispuesta a ir a donde sea, en la lucha que implica convivir con esta enfermedad.

Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente? Según la página web de Hydrocephalus Association, “la hidrocefalia es una enfermedad neurológica crónica causada por una acumulación anormal del líquido cefalorraquídeo (LCR) en las cavidades del cerebro, llamadas ‘ventrículos’”. Esto puede ocasionar “un aumento de la presión intracraneal”. Aunque no tiene cura, sí existen formas de tratar sus síntomas.

Síntomas de la hidrocefalia

“En Estados Unidos, esta enfermedad afecta a más de un millón de personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos de mediana edad y ancianos”, prosigue la misma asociación, fundada en 1983 por los padres de niños con hidrocefalia. No obstante, la Clínica Mayo añade que “es más frecuente en bebés y en adultos mayores de 60 años”.

En lo que respecta a los efectos de que produce, “la presión por un exceso de líquido cefalorraquídeo puede dañar los tejidos cerebrales y causar una serie de síntomas relacionados con la función cerebral”, prosigue la Clínica Mayo. ¿De qué síntomas estaríamos hablando? Como podemos observar, varían en función de las edades a las que se desarrolle la enfermedad. Así, en términos generales, la Hydrocephalus Association enumera los siguientes:

En una mujer embarazada, la ecografía es el primer indicio. “Puede mostrar que el feto presenta ventrículos expandidos” y esto sería un posible síntoma de la enfermedad.

  • En la infancia, lo más notorio es el crecimiento anormal de la cabeza del bebé. También puede presentarse un cuadro de vómitos, letargo, fontanelas protuberantes y desviación de los ojos hacia abajo, los llamados ‘ojos en sol poniente’.
  • En la infancia también, la presión intracraneal elevada puede llevar a dolores de cabeza y problemas de visión.
  • En jóvenes y adultos de mediana edad, se registran problemas de vista, de equilibrio y coordinación; así como una dificultad motora al caminar, mareos y problemas de memoria a corto plazo.
  • En edades más avanzadas, los síntomas más frecuentes “implican una reducción de la capacidad normal en torno a tres factores: dificultades motoras (al caminar y estar de pie), habilidades cognitivas (formas leves de demencia, fallos de memoria y pérdida de interés) y problemas de control de esfínteres”.

¿Cuál es el pronóstico de esta enfermedad?

La AMPHEB subraya que “es difícil de vaticinar” el pronóstico de la enfermedad, una vez diagnosticada. Sin embargo, existe “alguna correlación entre la causa específica de la hidrocefalia y el resultado de la condición”. Así, “de los niños que logran sobrevivir por un año, más del 80% tendrá una expectativa normal de vida y aproximadamente un tercio de ellos presentará una función intelectual normal, aunque las dificultades neurológicas pueden persistir”.

En este sentido, las terapias de rehabilitación, además de las intervenciones educativas, son claves para que los niños puedan llevar una vida normal con las menores limitaciones posibles.

Tratamiento de la hidrocefalia

En el caso de que se diagnostique de manera temprana, la Hydrocephalus Association indica que “el futuro de muchos pacientes es prometedor”. Eso sí, deben ser intervenidos con tiempo y adecuadamente. Para ello, según la asociación, existen diferentes tratamientos con cirugía cerebral, que consisten en técnicas tales como la válvula intracraneal.

Nos referimos aquí a uno de los tratamientos más frecuentes. “Conlleva el uso de un dispositivo médico llamado válvula, un tubo flexible que se coloca en el sistema ventricular y deriva el flujo de LCR para que se absorba en otras partes del cuerpo”. Pero, en el caso de someterse a esta operación, es importante mantener un control periódico y riguroso, ya que es posible que aparezcan complicaciones en algún momento.

Por otro lado, hay personas que se someten a otro tipo de intervención: la ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo (VET). En este caso, “se emplea un endoscopio que perfora la membrana del suelo del tercer ventrículo (…) y se crea una vía de salida para el LCR hacia el sistema ventricular”. De esta forma, “se podría prescindir de la válvula”, aunque no es una solución apta para todos los pacientes.

En cualquier caso, los niños podrían precisar de otros tratamientos de apoyo, como el de un fisioterapeuta pediátrico, un neurólogo o un terapeuta ocupacional y del desarrollo.

Bibliografía

Asociación Navarra de Espina Bífida e Hidrocefalia (ANPHEB), Vivir con hidrocefalia

https://anpheb.es/hidrocefalia/vivir-con-hidrocefalia/

Hydrocephalus Association, Entendiendo la hidrocefalia

https://www.hydroassoc.org/la-hidrocefalia/

Clínica Mayo, Hidrocefalia. Descripción general

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/hydrocephalus/symptoms-causes/syc-20373604

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