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Clamidia, una enemiga silenciosa de la fertilidad

Clamidia, una enemiga silenciosa de la fertilidad

Clamidia, una enemiga silenciosa de la fertilidad

Herpes genital, gonorrea, ladillas, sífilis, VIH y sida...Muchas son las enfermedades de transmisión sexual que afectan a millones de personas al año. Una de ellas es la clamidia, una enemiga silenciosa de la fertilidad que afecta tanto a mujeres como hombres. Según la Organización Mundial de la Salud, más de cien millones de personas contraerán clamidia este 2022 y pondrán en riesgo su fertilidad pudiendo prevenirlo. ¿Por qué? La principal razón que arguyen es que estamos ante una enfermedad de transmisión sexual desconocida para muchos y que sus síntomas rara vez terminan asociándose a la misma porque pueden aparecer semanas o meses después de producirse el encuentro sexual en el que se produjo el contagio. 

En la era de la información, en la que el conocimiento se mueve de forma más rápida, gracias a la creación y desarrollo de las tecnologías digitales de la comunicación, llama poderosamente la atención que esta infección que se transmite durante las relaciones sexuales sin preservativo, practicando sexo oral o a través de la saliva en los besos, no ponga en alerta a la población como debiera. Y es que cuando no se aplica el tratamiento adecuado para la clamidia, la bacteria Chlamydia trachomatis puede terminar afectando a los ovarios, las trompas de Falopio o el útero, causando esterilidad, tanto femenina como masculina, y embarazos ectópicos.

¿Cómo se trata la clamidia?

Mujer embarazada Mujer embarazada

Mujer embarazada

La dificultad de ponerle freno a la clamidia aumenta cuando se constata que cuatro de cada cinco mujeres y la mitad de los hombres la padecen de forma asintomática. Ni dolor en el vientre al orinar o mantener relaciones sexuales, ni inflamación del escroto en los hombres ni alteraciones en las reglas de las mujeres.

¿Cómo afecta la clamidia a la fertilidad? Impidiendo el paso de los espermatozoides al útero y alterando el proceso de ovulación. La enfermedad, una vez identificada, se trata con antibióticos, tanto para el hombre como para la mujer, aunque diversos estudios certifican que incluso una vez superada con este tratamiento, puede volver a reproducirse pasados los meses o años.

¿Tiene solución? Los expertos aseguran que si la bacteria ha causado lesiones, los facultativos se afanan en eliminar las adherencias en las trompas de Falopio mediante una intervención quirúrgica por laparoscopia. Y si esto no es posible la única forma de intentar tener descendencia es mediante la fecundación in vitro.

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