Edad y estética: ¿Cuándo es demasiado pronto para 'pincharse' bótox o ácido hialurónico?
A edades tempranas, muchos rasgos faciales continúan incompletos, por lo que se puede interferir en su desarrollo definitivo
La verdad detrás del veneno de abeja: el sorprendente 'bótox de la naturaleza' adorado por las estrellas
Rejuvenecimiento facial sin cirugía: los tratamientos estéticos y técnicas más naturales sin bisturí
En una sociedad que valora la juventud y la belleza, no es sorprendente que cada vez más jóvenes se sientan atraídos por la idea de tratamientos estéticos para mantener una apariencia más juvenil. La presión de los medios de comunicación y las redes sociales, donde se exaltan imágenes retocadas y perfeccionadas, puede contribuir a la percepción de que es aceptable 'pincharse' bótox o ácido hialurónico desde edades muy tempranas. Aunque hace poco tiempo, los tratamientos de bótox o ácido hialurónico eran principalmente buscados por personas de cuarenta años o más, las nuevas generaciones se están sumando a la idea de la prevención. En una era donde la imagen es primordial, las nuevas ideas están impulsando a los millennials a buscar soluciones para frenar el envejecimiento incluso antes de que aparezcan las primeras arrugas. Así, en esta búsqueda constante de la juventud y la belleza, cada vez más jóvenes están considerando someterse a tratamientos estéticos para llegar a estos cánones de belleza. Sin embargo, ¿es seguro recurrir a estos procedimientos a una edad temprana?, ¿Cuándo es demasiado pronto?
La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) también ha confirmado la creciente demanda de procedimientos estéticos entre el público más joven, influenciados tanto por las redes sociales como por médicos influyentes. Según datos proporcionados por la SEME, cuatro de cada diez españoles optan por tratamientos estéticos mínimamente invasivos a partir de los 26 años, y esta tendencia ha aumentado un 5,4% desde el año 2016.
¿El atractivo de la eterna juventud o pura moda?
Como hemos mencionado, en la era de las redes sociales y la presión por lucir perfectos, muchos jóvenes pueden sentirse influenciados por celebridades y modelos que exhiben caras impecables y sin arrugas. Esta búsqueda de la juventud eterna ha llevado a algunos adolescentes y adultos jóvenes a considerar tratamientos estéticos, incluso antes de que los signos naturales del envejecimiento signos naturales del envejecimientose manifiesten. Entonces, ¿es atractiva la idea de la eterna juventud o se trata de una tendencia más de moda en redes? Los expertos creen que es una combinación de ambas.
En personas jóvenes, antes incluso de los 21, este tipo de procedimientos puede dirigirse hacia aspectos como labios finos, ojeras pronunciadas o un caballete nasal marcado. Y con los 30 ya tratan patas de gallo, entrecejo, frente, relleno de pómulos, surco labiogeniano, la llamada arruga de la risa, y también la de la amargura, debajo de las comisuras, A partir de los 40 años, la reposición se enfoca en los compartimentos grasos del rostro, que tienden a desplazarse debido a factores como el envejecimiento, la gravedad o la reabsorción ósea. Las ojeras son una preocupación relevante y le siguen en importancia las manchas, que inquietan a aproximadamente el 60% de las mujeres españolas.
La importancia de esperar el momento adecuado: riesgos asoaciados
Uno de los principales riesgos de 'pincharse' bótox o ácido hialurónico a una edad temprana es la falta de desarrollo facial completo. A medida que envejecemos, nuestros rasgos faciales y estructura ósea siguen cambiando. Así, someterse a tratamientos estéticos antes de que el rostro haya alcanzado su forma definitiva puede llevar a resultados poco naturales o asimétricos a medida que el crecimiento continúa. Algunos tratamientos, como la cirugía plástica, pueden interferir con el crecimiento normal y el desarrollo de los huesos y tejidos.
Asimismo, si un joven se somete a tratamientos estéticos desde una edad temprana, puede desarrollar una dependencia emocional a estos procedimientos para sentirse bien consigo mismo. Esto, crea, además, una dependencia que puede causar adicción ya que hay que retocarlos o repetirlos cada cierto tiempo. En este sentido, muchos médicos sugieren que los rellenos dérmicos y las inyecciones de botox no se realicen en personas menores de 18 años debido a los riesgos asociados con la seguridad y los efectos a largo plazo en un cuerpo que aún está en desarrollo.
Además de los riesgos estéticos, existen posibles efectos secundarios y complicaciones asociados con estos procedimientos, especialmente para aquellos con piel joven y saludable. Aunque los casos graves son raros, pueden ocurrir reacciones alérgicas, hinchazón excesiva, moretones y, en casos extremos, daños en los nervios. La falta de experiencia del médico o profesional que realiza el tratamiento también puede aumentar la probabilidad de complicaciones.
El impacto psicológico de someterse a tratamientos estéticos a una edad temprana también es digno de mención. A veces, los jóvenes pueden sentirse presionados para adaptarse a ciertos ideales de belleza o enfrentar problemas de autoestima relacionados con la imagen corporal. Es fundamental abordar las razones detrás del deseo de estos procedimientos y considerar si la decisión es realmente beneficiosa y necesaria para el bienestar emocional y físico.
También te puede interesar
Cuidarse en Navidad
Contenido ofrecido por Quirónsalud