Investigación y Tecnología

'Baby botox': la técnica estética de moda entre los jóvenes de 30

Aplicación de toxina botulínica en una joven

Aplicación de toxina botulínica en una joven / ARCHIVO

Lo que hace unas décadas se veía como algo extraordinario y relativamente peligroso avanzado ya el siglo XXI se percibe como algo tan normal como viajar en avión. El culto al cuerpo manda y al universo de las dietas y las interminables horas de gimnasio se les ha unido con firmeza las operaciones de cirugía estética.

Hay que gustar(se) como sea y al precio que sea para lograr una imagen personal impecable. Así, las operaciones de disminución o aumento de pecho, la liposucción en abdomen, nalgas, caderas o brazos, y la rinoplastia se han convertido en las cirugías más demandadas en nuestro país, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME). Bien secundadas por otras cirugías como la otoplastia y la cirugía del párpado. Hablamos de cirugías comunes que no entienden de edad y, cada vez más, de sexo. Sin embargo, existen otras técnicas de estética de moda entre los jóvenes de 30 años. Como es el caso del conocido como 'Baby botox'.

¿Qué es el Baby botox y qué efectos consigue?

El baby bótox es un procedimiento estético que sirve para alisar las líneas de expresión sin recurrir a la intensidad del botox. Aunque en ambos casos utilizan toxina botulínica, pero a diferencia de la aplicación normal del bótox, las microinyecciones no se afanan en la relajación del músculo, sino en debilitarlo para suavizar el aspecto, sobre todo en ojos, frente, mejillas y labios. Así se consigue quitarle cansancio a la cara o la apariencia de mayor edad.

Si la edad habitual para ponerse botox es a partir de los 35 años, esta técnica de Baby botox está siendo demandada entre los jóvenes de 22 a 30 años, pretendiendo frenar lo que para muchos es inevitable.

Aún así, la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética estima que entre sus ventajas se cuentan que no altera el movimiento facial, es una técnica segura y cuesta menos dinero. Puede entenderse como una técnica correctiva y preventiva con resultados sutiles, no como el famoso tratamiento estético de ácido hialurónico retirado del mercado por peligros en su uso.

Sin embargo, también hay que tener claro que es imprescindible acudir a los profesionales indicados y tener meridianamente claro que pueden darse reacciones adversas del tipo sonrisa torcida, cejas disparejas, párpados caídos, lagrimeo o sequedad ocular y dolor o hinchazón en el punto de inyección. 

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