¿Engorda la cerveza sin alcohol?

Beber cerveza es una de las pasiones que más fervor despierta entre los españoles. Cualquier excusa es buena para salir en pareja, con compañeros de piso, quedar con amigos o familiares y tomar una cerveza fresquita...o las que se tercien. Sin embargo, es importante saber controlar la cantidad de alcohol que se ingiere y las calorías que se depositan en nuestro cuerpo. Es por ello que en las últimas décadas el español ha sabido ir redirigiendo sus peticiones en barra para ganar en salud, aunque se pierda en sabor. España es el país europeo donde más cerveza sin alcohol se consume. Una de cada siete cervezas que se consumen en España son sin alcohol. ¿Se acaba así el problema de las calorías? ¿Engorda la cerveza sin alcohol? Aquí os lo explicamos.

La cerveza tiene calorías, y engorda, ya que está elaborada en base a una fermentación de malta de cebada y lúpulo, pero sí es cierto que la cerveza sin alcohol engorda bastante menos y, sin embargo, sí mantiene las propiedades beneficiosas que tiene esta bebida, que las tiene. Si lo que queremos en saciar la sed y no engordar la única solución posible es el agua.

Diferencias entre distintos tipos de cerveza

Aunque existen estudios que apuntan que la cerveza no engorda, la realidad es que cada vez que nos tomamos una caña estamos metiéndole al cuerpo 90 calorías, mientras que optar por la opción de sin alcohol rebajaría esta cantidad a las 40 calorías. No todas las cervezas son iguales. La cerveza negra, por ejemplo, con mayor graduación de alcohol, supera las cine calorías. Y, aunque optemos por la típica 'clara' para rebajar el alcohol, estamos consumiendo más calorías por el aporte del limón que mezclan con la cerveza.

La clave de engordar está en el alcohol, que engorda por sí mismo. Por eso las marcas se afanan por presentar nuevos productos como Tremenda de Cruzcampo, la cerveza con la mitad de alcohol hecha en Sevilla. El alcohol aporta calorías 'vacías' que se almacen en el cuerpo. Además, el alcohol puede acelerar el Alzhéimer incluso con un consumo moderado, por lo que la clave de todo está en consumir el menor alcohol posible y en hacer el suficiente ejercicio como para eliminar esas escasa calorías que aportan las sin alcohol...aunque nos deje un sabor de boca diferente.