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Infarto de rodilla: en qué consiste la última enfermedad que ha tenido Kiko Rivera

Infarto de rodilla: en qué consiste la última enfermedad que ha tenido Kiko Rivera

Infarto de rodilla: en qué consiste la última enfermedad que ha tenido Kiko Rivera

El infarto de rodilla, también conocido como osteonecrosis de la rodilla, es una enfermedad de la articulación que se produce cuando no llega sangre suficiente a esa zona. El hueso puede colapsar, ocasionando dolor, limitación de los movimientos y discapacidad funcional.

Esta enfermedad aparece por varias causas tales como fracturas o dislocaciones de la rodilla, que pueden dañar los vasos sanguíneos que riegan el hueso. También por el uso prolongado de corticosteroides, enfermedades del colágeno, consumo excesivo de alcohol, trastornos de coagulación sanguínea y enfermedades vasculares, respectivamente. 

El infarto de rodilla deja una serie de secuelas que puede traer unas consecuencias dependiendo de lo pronto o tarde que se actúe sobre el diagnóstico. Si se detecta de manera temprana, los pacientes pueden experimentar dolor en la rodilla afectada, especialmente al intentar cargar peso en esa articulación.

Ha sido el caso del DJ e hijo de Isabel Pantoja, Kiko Rivera, que el pasado mes de febrero anunciaba que le había dado un infarto en la rodilla para el que no ha necesitado intervención quirúrgica, pero que un mes después, asegura, que "aún sigue con el dolor". 

En casos más graves, si persiste con el tiempo, la necrosis del tejido óseo puede llevar a un deterioro de la articulación, produciendo deformidad, pérdida de la función articular y aparición de artritis secundaria.

Tipos de tratamientos

El tratamiento del infarto de rodilla tiene como objetivo aliviar el dolor, evitar que la articulación pierda su función y prevenir la progresión de la enfermedad. En casos leves, se cura con reposo, utilización de puntos de apoyo para andar como las muletas y la rehabilitación con fisioterapia. En casos más avanzados o cuando el dolor persiste, pueden ser necesarios otro tipo de terapia más agresiva.

Entre los tratamientos disponibles para el infarto de rodilla se incluyen la terapia farmacológica, es decir, analgésicos para controlar el dolor, antiinflamatorios y otros medicamentos que ayuden a mejorar la circulación sanguínea.  

La terapia física desempeña un papel fundamental en el tratamiento de la osteonecrosis de rodilla, ya que ayuda a mejorar la fuerza muscular, la flexibilidad y la estabilidad de la articulación, además de reducir el dolor y mejorar la función articular. Los ejercicios de bajo impacto, la terapia manual y la aplicación de frío o calor forman parte del programa de rehabilitación.

En casos más graves o cuando las otras formas de tratamiento no han hecho efecto, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para restaurar la función de la rodilla que consiste en la reparación o el reemplazo de la articulación afectada, la eliminación del tejido necrótico o la realización de procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo hacia el hueso. Los avances en técnicas quirúrgicas, como la artroscopia y la cirugía mínimamente invasiva, han mejorado significativamente los resultados en pacientes con infarto de rodilla.

Además, la terapia con células madre ha surgido como otra opción de tratamiento que consiste en la inyección de células madre en la zona afectada con la idea de estimular la regeneración del tejido óseo y mejorar la vascularización. Aunque aún se están investigando los resultados a largo plazo de esta terapia, los estudios preliminares han mostrado resultados alentadores en la reducción del dolor, así como también en la mejora de la función articular en pacientes con infarto de rodilla.

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