Investigación y Tecnología

Probióticos y salud mental: la conexión mente-intestino

El yogur es un probiótico.

El yogur es un probiótico.

El sistema gastrointestinal no es solo un sistema de procesamiento de alimentos, sino un órgano complejo en el que se recoge todo un mundo de microorganismos conocido como microbioma intestinal el cual es tan importante que suele llamarse "tu segundo cerebro" dada la relación tan estrecha que existe entre los procesos emocionales y cognitivos. 

Los probióticos, al ser microorganismos beneficiosos, tienen un papel muy importante porque mantiene el  equilibrio de la microbiota intestinal. Así que cuando se encuentran en niveles óptimos, pueden ayudar a mantener tu salud mental en forma ya que los probióticos son como un órgano que segrega serotonina, dopamina y otros neurotransmisores que son los mismos que motivan al cerebro a sentir felicidad, calma, euforia, positivismo y energía. En este sentido, cada vez se encuentran una relación directa entre los probióticos y la salud emocional. Los probióticos se encuentran en alimentos fermentados como el yogur, el kéfir y algunos suplementos dietéticos y tienen un papel crucial tanto en la salud del sistema digestivo como en la salud mental. 

Realmente esta conexión que existen entre ambas partes del cuerpo, se da de manera bidireccional entre el intestino y el cerebro y se lleva a cabo a través de las vías neurológicas, hormonales e inmunológicas. Por su parte, los probióticos influyen en esta comunicación a la hora de mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino, teniendo una relación bastante positiva entre la función cerebral y la salud mental. 

Los probióticos tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, incluido el cerebro. La inflamación crónica está relacionada con trastornos neuropsiquiátricos como la depresión y la ansiedad, por lo que reducir la inflamación puede tener un impacto positivo en la salud mental.

Son buenos para el estrés 

El intestino es un sitio donde se producen importantes neurotransmisores, como la serotonina y el ácido gamma-aminobutírico (GABA), los cuales desempeñan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. Los probióticos pueden influir en la producción de estos neurotransmisores y, por lo tanto, tienen el potencial de reducir la respuesta al estrés. Si este trastorno se convierte en crónico se convierte en un factor de riesgo para los trastornos mentales en el que los probióticos aportan su grano de arena en el mantenimiento del equilibrio entre el sistema nervioso y reducir la reacción del cuerpo al estrés.

Los problemas gastrointestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII), a menudo se asocian con problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad. Los probióticos  ayudan a mejorar la salud intestinal y, por consiguiente, los síntomas de trastornos mentales relacionados con problemas gastrointestinales.

Los estudios han demostrado que la suplementación con probióticos puede mejorar la calidad de vida en personas que sufren de trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad. Esto puede deberse a la mejora de los síntomas físicos y emocionales relacionados con estos trastornos.

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