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Los colores tienen un impacto profundo en nuestras emociones y estados de ánimo. A menudo, las personas que se sienten de buen humor tienden a preferir ciertos colores que, de manera consciente o inconsciente, reflejan su estado de ánimo positivo y en este caso, los más utilizados por las personas que tienen un estado de ánimo alegre suelen ser aquellos que evocan energía, calidez y vitalidad, como el amarillo, el naranja y el rojo.
En la cromoterapia, cada color se asocia con ciertas propiedades y efectos los cuales se aplican mediante diferentes métodos, como la exposición a luces de colores, el uso de objetos de colores específicos, la meditación con colores o incluso la incorporación de colores en el entorno o la vestimenta.
Aunque no está considerada una ciencia médica formal, la cromoterapia se utiliza como una terapia complementaria en diversos contextos, como en el manejo del estrés, la mejora del estado de ánimo y la promoción de la relajación debido a que cada uno de los colores produce un efecto diferente y único en nuestra mente y cuerpo.
Al comprender cómo estos colores afectan nuestras emociones, podemos utilizarlos de manera consciente para mejorar nuestra propia perspectiva y contribuir a crear un ambiente más positivo y vibrante en nuestro día a día.
Si bien su eficacia no está científicamente comprobada de manera concluyente, muchas personas encuentran beneficios en la práctica debido a su carácter no invasivo y a su capacidad de promover una conexión consciente con el entorno y las emociones. Veamos algunos de estos colores.
Es universalmente reconocido como un color asociado con la felicidad, la calidez y la energía. Al ser el color del sol, se relaciona con la luz y la vitalidad, evocando sentimientos de alegría y optimismo. Las personas que se sienten contentas suelen optar por prendas o decoraciones en tonos amarillos porque les ayudan a mantener y reforzar esa sensación de bienestar. Además, el amarillo tiene un efecto estimulante en el cerebro, ya que incrementa la liberación de serotonina, el neurotransmisor relacionado con el placer y la felicidad. Por esta razón, se asocia con un espíritu creativo y una actitud abierta ante la vida.
Es un color que combina la energía del rojo con la alegría del amarillo. Es un color cálido y vibrante que fomenta la interacción social y la diversión. Las personas en un estado de ánimo positivo suelen sentirse atraídas por la naranja porque transmite entusiasmo y confianza. Este color también estimula la creatividad y puede generar una sensación de dinamismo y movimiento. Además, la naranja tiene un efecto positivo en el apetito y la sociabilidad, lo que explica por qué muchas reuniones y ambientes festivos están decorados con tonos naranjas.
El rojo, por su parte, es un color poderoso que también está estrechamente vinculado a los estados de buen humor, aunque muchas veces se le asocia más con la pasión o la intensidad. Cuando una persona está feliz y opta por el rojo, está proyectando una energía vibrante y dinámica. Este color estimula el sistema nervioso, incrementando la sensación de vitalidad y confianza. Además, el rojo está relacionado con la emoción, el entusiasmo y la fuerza interior, lo que lo convierte en una elección natural para quienes desean expresar alegría con una intensidad que no pasa desapercibida. Es un color que transmite determinación y un espíritu optimista, capaz de contagiar energía a quienes lo perciben.
Es importante destacar que la preferencia por ciertos colores puede variar según factores culturales, personales e incluso contextuales. Sin embargo, los colores mencionados tienen un impacto universalmente reconocido en el estado de ánimo debido a sus asociaciones simbólicas y efectos psicológicos.
Cuando una persona utiliza estos colores en su vestimenta, su entorno o incluso en pequeños detalles como accesorios, no solo está reflejando su estado de ánimo, sino que también está influenciando a quienes los perciben. Esto se debe a que los colores tengan un efecto contagioso, ayudando a crear ambientes que refuercen la positividad y el buen humor.
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