Verano saludable

Tengo otitis, ¿puedo bañarme en el agua del mar?

Tengo otitis, ¿puedo bañarme en el agua del mar?

Tengo otitis, ¿puedo bañarme en el agua del mar?

Existen afecciones para nuestra salud que aparecen de estación en estación y que son compañeras habituales de la entrada de cada una de ellas. Si los resfriados y las gripes son aliadas del invierno, en su estación contraria, nuestro querido verano, existen otras muy molestas que llenan las consultas médicas. Una de ellas, sin duda, es la otitis, la patología otorrinolaringológica más común durante la temporada de estío. Dolor de oído, sensación de oclusión o presión, problemas al oír, vértigos o pérdida de equilibrio o incluso náuseas y fiebre son los síntomas más comunes de un problema que afecta a más del 80% de la población durante el verano.  Pese a que en algunas ocasiones puede ser un cuadro aparatoso en cuanto al dolor y a la secreción, se trata de una infección de tipo leve, no contagiosa y que no origina fiebre.

En este sentido, hacemos referencia a la externa, la más común en verano. El 84% de las otitis externas están causadas por  una mezcla a la exposición a la humedad, las altas temperaturas y las bacterias u hongos que se encuentran en playas y piscinas, en la mayoría de ocasiones porque el agua se queda retenida en el conducto auditivo. En consecuencia, y casi por lógica, muchas personas se preguntan si pueden sumergirse en el agua una vez manifestada esta patología. Una pregunta que causa mucho interés debido a las altas temperaturas y la necesidad de darnos un 'chapuzón' para refrescarnos y disfrutar del agua del mar. 

¿Te puedes bañar?

Antes de dar una respuesta, cabe destacar que la posibilidad de contraer una otitis aumenta en el agua de la piscina, debido a sus componentes químicos como el cloro. Es más,  cuando está microbiológicamente controlada, el agua de mar, en cantidades moderadas, respeta la fisiología y el equilibrio de la piel del conducto auditivo externo. Sin embargo, esto no excluye que también pueda contraerse en el agua del mar, aunque es menos frecuente. 

 Un niño con la habitual otitis externa leve puede seguir bañándose, siempre que no bucee en el curso del tratamiento. Por tanto, cuando padecemos otitis externa tenemos que esperar unos días antes de volvernos a bañar si queremos sumergirnos (entre una semana y quince días) .Si el cuadro fue importante es posible que el pediatra o incluso el otorrino recomienden hacer una revisión para comprobar que el proceso de cura se ha completado totalmente y retomar el verano y los baños con normalidad.

A partir de entonces, debes tener en cuenta estos consejos para prevenirla y evitar que vuelva a aparecer:

  • Secar la parte externa del oído y la entrada del conducto al salir del agua.
  • Reducir el tiempo de baño, sobre todo en niños, tanto en piscina como en los baños periódicos.
  • Usar tapones o gorros de baño.
  • Evitar bañarse en aguas potencialmente contaminadas.
  • No usar bastoncillos u otros objetos como horquillas, palillos u otros para limpiar o rascar el oído.
  • Si fuera necesario, utilizar un secador de pelo a una distancia prudencial y en temperaturas no muy altas, a fin de no quemarse, para secar el oído.
  • En caso de que el agua quede retenida en el conducto auditivo se pueden aplicar unas gotas de alcohol boricado a saturación preparado en farmacias.
  • Antes de las vacaciones, someterse a una limpieza por parte de un profesional sanitario en caso de predisposición a formar tapones de cera o queratina.

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