"¿Cuánto tiempo voy a tardar en llegar a mi peso ideal?". Es la pregunta que la mayoría de las personas suelen hacerse cuando pisan por primera vez un gimnasio. Llevan un ideal de cuerpo en la cabeza y quieren saber cuándo van a materializar esa idea.

En realidad, no hay un respuesta exacta porque tanto los entrenamientos como los planes alimenticios son muy personales y hay que tener en cuenta muchos factores. El primero es de dónde se parte. Si se trata de una persona que ha llevado hábitos deportivos en otro momento de su vida, qué condición física tiene en la actualidad, cuáles son sus metas, etc. Aun así, hay unas estadísticas comunes, por lo que si quieres una respuesta rápida, debes saber que el tiempo mínimo establecido para obtener resultados haciendo ejercicio es largo.

Puede parecer una decepción, pero en este proceso influyen muchas circunstancias: desde la condición física de la persona, el nivel en el que se encuentra o los objetivos que se marca, hasta la intensidad con la que se realizan los ejercicios, la frecuencia con la que se practiquen o la mentalidad que tiene la persona, respectivamente.

Diferentes tiempos de ejercicio, diferentes resultados

Si lo haces por un fin estético, los entrenadores personales responden de manera unánime: "Los resultados son a largo plazo". Si una persona que tiene sobrepeso empieza a entrenar, notará cambios en los primeros días o semanas en las que habrá una bajada considerable de peso, pero realmente lo que pierden es líquido. Por eso, lo eliminan con tanta facilidad y rapidez.

A medida que van entrenando, el cuerpo se va estabilizando y a veces tendrán la sensación de que se llevan un tiempo en el mismo peso o en la misa anatomía física. Tendrán la sensación de que no avanzan, de que están estancados y puede haber una desmotivación con respecto a la práctica deportiva. Esto puede generar frustración porque la meta es conseguir el cuerpo que se habían imaginado en su cabeza.

En este sentido y para evitar la desidia y la apatía por hacer ejercicio en el que la mente juega un papel fundamental, los entrenadores fitness aconsejan que antes de iniciar cualquier entrenamiento, la persona haga un cambio de mentalidad y asimile desde el principio que el proceso va a ser lento. Es como empezar y no esperar nada a cambio y disfrutarás más del ejercicio. Cuando haces algo que te gusta, te lo pasas bien y te diviertes, no te pesa hacerlo y es más difícil que tu mente te "pinche" para que abandones.

¿De cuánto tiempo estamos hablando?

Partiendo de la base de que te va a llevar tiempo, vamos a concretar. Las primeras dos o tres semanas son fases de preparación del cuerpo y vas a notar un cambio sobre todo a nivel motor y a nivel del sistema nervioso central. Estos días también son un periodo de adaptación y acercamiento a la maquinaria con la que vas a trabajar que, para muchas personas, son completas desconocidas.

Necesitan instrucciones para saber su funcionamiento, además de qué postura tienen que colocarse, qué ángulo deben hacer ya que un mínimo movimiento hará que el trabajo se vaya hacia otra parte que no querías trabajar o, incluso, lesionarte. A partir de este periodo, todo fluirá a mayor velocidad.

Llegarás a los tres meses donde vas a notar un verdadero cambio en el físico. Seguramente te sentirás más motivado porque ves que las expectativas se van cumpliendo, pero además interiormente te sientes bien, te darás cuenta de que cuanto más peso coges en el gimnasio, más vas soltando del tuyo propio.

Así hasta que, si eres constante, llegarás al año o dos años donde verás que tu cuerpo se ha transformado en un 80%. Aunque si has hecho bien las cosas, el cambio debes de notarlo semanalmente.

Consejos para una buena motivación

• Ten un objetivo específico. ¿Quieres correr una maratón? ¿Quieres tener unos abdominales o bíceps más marcados? Piensa qué es lo quieres y busca la metodología que tienes que utilizar para tal fin.
• Rutinas medibles. Mídete la zona que quieras eliminar y comprueba la evolución del volumen que vas perdiendo.
• Ten una meta alcanzable. Aunque parezca que subes todo el tiempo cuesta arriba, llegará un momento en el que tu camino será recto e irás a gran velocidad hacia tu propósito.
• Ponte objetivos realistas. Una de las cosas por las que las personas abandonan la práctica deportiva es porque se marcan objetivos muy altos. Proponerte perder 5 kilos en una semana, no es algo viable y mucho menos saludable. Recuerda cuidar tu cuerpo porque lo amas y marcarte este tipo de objetivos lo que hace es castigarlo. ¿Quieres eso para ti?
• Ponte etapas. Este tipo de retos puede ser muy divertido. Ponte pequeños objetivos o grandes, pero que puedas conseguirlos a corto o medio plazo. Poco a poco, irás consiguiendo tus propósitos y llegarás más lejos casi sin darte cuenta.

"En lo que nos concentramos es en lo que nos convertimos". Oprah Winfrey