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Elegir un nombre para un bebé que ha nacido o que está a punto de llegar es a veces una tarea complicada. En ocasiones los padres no están de acuerdo con los nombres que le gustan a cada uno y puede ser un poco frustrante ver que no se llega a un consenso.
También en estas ocasiones salen a relucir la cantidad de personas que no son de agrado para algunos de los progenitores y que los nombres les recuerdan a esas personas y por lo tanto no son viables para llamar así al nuevo miembro de la familia.
Hay padres que buscan que los nombres de sus hijos tengan un significado especial o quizás quieren repetir alguno que los nombres que ya hay dentro de la familia.
Por el contrario, están los que piensan que volver a poner un nombre que hay en la familia conlleva una cierta carga emocional que vincula a esa dos persona y que ese nuevo bebé tendrá que "lidiar" con algunas de las "mochilas" que ese familiar lleva a su cargo, de manera que optan por elegir un nombre diferente y en muchas ocasiones apuestan por algo un poco más original o menos conocido.
Una cosa está clara, el nombre no determinará la personalidad del bebé ya que cada niño que nace tiene su propia personalidad, pero sí que el nombre condicionará mucho la manera que tenga el niño de relacionarse con el resto del mundo, por eso hay que ser consecuente con cómo se termina llamando a esta persona, porque si se escoge un nombre con el que alguno de los dos padres no está de acuerdo, tendrá que esperar al menos hasta los cinco años de vida de esa criatura para poder cambiarlo en el Registro Civil.
Algunos de los casos que los jueces contemplan para poder cambiar el nombre de un bebé ya inscrito en el registro son varios. Toman en consideración que el nombre sea difícil de pronunciar, en cuyo caso se limitan a adaptar la grafía a la lengua materna. También tienen en cuenta si el nombre elegido les puede provocar burlas, menosprecio o dificultar su integración con los demás niños. Por estas razones se pide prudencia, calma y sensatez a los futuros progenitores a la hora de escoger el nombre de su hijo.
De origen germánico , su significado podría provenir del germano Baldomar, de bald (audaz) y mêrs (ilustre, brillante), por lo que su significado es "famoso por su audacia".
Bosco es un nombre propio masculino de origen italiano en su variante en español. Proviene de San Juan Bosco.
De origen griego que significa "el que es venerado". Viene de Sebastián.
De origen griego. Viene de 'baptistés' que significa "el que sumerge", "el bautizado". Bautista es un nombre propio ambiguo (de hombre) de origen griego en su variante en español. Tiene su origen en la figura de San Juan Bautista
Benigno es un nombre propio masculino de origen latino en su variante en español. Deriva del latino benìgnus, que significa "dispuesto al bien" o "que produce el bien".
De origen alemán. Viene de 'beraht-rabam', que significa "cuervo ilustre".
Es un nombre de origen latín cuya etimología refiere a las palabras Bene Dicto que significa "Bien dicho" también puede interpretarse el nombre como "aquel de quien se habla bien".
Baltasar es un nombre propio masculino de origen asirio en su variante en español. Baltasar es el nombre con que se ha identificado tradicionalmente a uno de los Reyes Magos. Diferente a lo que se cree, su origen no es cristiano sino que mucho más antiguo.
De origen húngaro que significa "hijo de la mano derecha".
Nombre Vasco que es la variante de Bernardo.
Bernabé es un nombre propio masculino de origen hebreo en su variante en español. El nombre proviene del griego antiguo o del arameo Barnabás, que significa "Hijo de la Profecía" o, literalmente, "Hijo del Profeta".
Bruno es un nombre propio masculino de origen germánico en su variante en español. Proviene del germánico brünne, que quiere decir "peto, coraza".
Bernardo es un nombre masculino de origen germánico compuesto por berin ('guerrero') y hard ('audaz'). También se asocia con Bernaldo, del germánico bern ('oso') y wald ('gobierno'), por lo que significa 'guerrero audaz, como un oso'.
De origen latino, parece venir de 'blaesus': "dificultad para hablar". Otros orígenes para este nombre de pila de varón lo catalogan como de origen griego que significa El que no habla bien o el que balbucea.
Benjamín es un nombre propio masculino de origen hebreo en su variante en español. Según la Biblia es el hijo menor del patriarca Jacob y de Raquel. Por extensión, generalmente se le llama «el benjamín» al hijo menor de una gran familia.
Significa “lleno de energía, gentil”. Borja es un nombre propio masculino de origen aragonés, de la población celtíbera ya registrada en el siglo V a. C. "Bursau", el cual derivó a "Bursao" y posteriormente a "Borja" en aragonés y en español.
De origen latino, "desea suerte a los demás.
Forma gallega del nombre de origen latino Blaise, Blas en español. Tiene un significado relacionado con 'tartamudo' o 'el que balbucea o tiene dificultades para hablar'.
Braulio es un nombre propio masculino de origen germano en su variante en español. Proviene del germánico Brandila, diminutivo de brant (incendio, espada).
Basilio es un nombre propio masculino de origen griego en su variante en español. Proviene del griego antiguo Basíleios, que significa "rey".
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