Nutrición y Bienestar

Fruta, un yogur, verduras, una tostada... ¿Es bueno o malo para la salud cenar poco?

Fruta, un yogur, verduras, una tostada... ¿Es bueno o malo para la salud cenar poco?

Fruta, un yogur, verduras, una tostada... ¿Es bueno o malo para la salud cenar poco?

La cena es una de las comidas más importantes del día, y la elección de alimentos adecuados puede tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Sin embargo, casi desde el principio de la vida moderna, existe un debate común sobre si es beneficioso o no comer poco en la cena. En cuestiones de perder peso, existe un gran número de personas que creen que, si han consumido una cantidad excesiva de alimentos durante el día, abstenerse de comer por la noche les ayudará a evitar el aumento de peso. En este mismo equipo se encuentran aquellos que, por norma, cenan una pieza de fruta, un yogur, una tostada... algo demasiado ligero que no aporta los nutrientes necesarios que recomiendan muchos profesionales. Entonces, ¿cenar poco, es bueno o malo? Pues bien, no existe una respuesta única para todos en cuanto a la cantidad de alimentos que debes comer en la cena, ya que cada persona es diferente. La elección de una cena saludable y equilibrada depende de varios factores, como las necesidades nutricionales individuales, los objetivos de salud y el estilo de vida.

Según los profesionales de este campo, más allá de los gurús de la nutrición que hablan y exponen su cuestionable opinión en redes, cenar en exceso puede dificultar la digestión y afectar negativamente la calidad del sueño. Por otro lado, optar por una cena ligera puede tener diversos beneficios para nuestra salud. Así, es importante recordar que debes escuchar a tu cuerpo y adaptar tus elecciones alimentarias según tus necesidades individuales. Si tienes alguna preocupación específica sobre tu dieta, siempre es fundamental consultar a un profesional de la salud, como un dietista o nutricionista, quien podrá brindarte una orientación personalizada.

¿Cenar poco, sí o no?

En general, es recomendable evitar cenar en exceso, especialmente si llevas una vida sedentaria o si tu objetivo es perder peso. Comer en exceso por la noche puede dificultar la digestión y contribuir al aumento de peso. Además, puede afectar la calidad de tu sueño, ya que el cuerpo necesita tiempo para digerir los alimentos antes de acostarse.

En lugar de eso, se sugiere optar por una cena ligera y nutritiva que incluya una combinación de proteínas, carbohidratos complejos, grasas saludables y verduras.  Comer ligero, como los ejemplos mencionados, una fruta, un yogur, verduras... etc, podrían formar parte de una cena equilibrada, siempre y cuando se complementen con otros alimentos saludables que cubran las necesidades nutricionales y nos den el aporte de otros nutrientes que necesitamos. 

Por ejemplo, aunque las frutas frescas y los yogures naturales sin azúcares añadidos son opciones saludables, es importante tener en cuenta que cenar exclusivamente fruta o yogur puede resultar insuficiente como comida principal del día.  En particular, los adultos mayores, que a menudo optan por consumir solo fruta o yogur en la cena, pueden estar ingiriendo menos proteínas de las necesarias y pueden tener una ingesta limitada de fibra derivada de verduras y hortalizas.

En cuanto a su beneficio en la pérdida de peso,  mediante la creación de un déficit calórico, consumir solo una fruta o un yogur, o incluso ambos, puede resultar en una ingesta calórica muy baja, lo que puede dejarnos con hambre y aumentar el deseo de comer al día siguiente. Esto puede conducir a niveles más altos de ansiedad y favorecer la ingesta excesiva de alimentos.

Es importante asegurarse de obtener una ingesta adecuada de nutrientes durante todo el día. Si se come muy poco en la cena, es fundamental que se compensen las necesidades nutricionales en otras comidas a lo largo del día. Cenar poco puede resultar en una ingesta insuficiente de nutrientes esenciales, como proteínas, vitaminas y minerales.

Saltarse la cena puede desencadenar niveles bajos de azúcar en la sangre, carencia de nutrientes y desaceleración del metabolismo. Es recomendable optar por una cena ligera y temprana. En este sentido, algunas ideas para cenas saludables podrían incluir una ensalada con pollo a la parrilla, verduras salteadas con tofu, pescado al horno con una porción de arroz integral y vegetales al vapor, o una tortilla con espinacas y una ensalada fresca.

Por otro lado, normalmente,  cenar en exceso puede dificultar la digestión y contribuir al aumento de peso.  En España solemos cenar muy tarde en comparación con otros países, algo que está demostrado que no es bueno para la salud. Además, comer grandes cantidades de alimentos antes de acostarse puede afectar la calidad del sueño. Por lo tanto, en términos de digestión y calidad del sueño, cenar poco puede tener beneficios.

¿Qué es lo ideal?

En resumen, lo ideal sería consumir una comida nocturna de poca cantidad y esperar al menos dos horas antes de acostarse a dormir.  Se recomienda esperar al menos 11 horas entre la cena y el desayuno. Por lo tanto, para la mayoría de las personas en España, sería óptimo cenar alrededor de las 8 o 9 de la noche.

La familiarización del cuerpo con períodos prolongados de ayuno también puede tener un efecto de desaceleración en el metabolismo. Cuando se le proporciona una cantidad limitada de alimentos, el cuerpo tiende a volverse más conservador. Sin embargo, está científicamente comprobado que la restricción de alimentos durante la noche, al cenar de manera ligera y equilibrada, contribuye al proceso de pérdida de peso, ya que fomenta la quema de depósitos de grasa y regula el apetito al reducir la sensación de hambre.

En el otro lado, según varios estudios llevados a cabo en torno a esta cuestión, cenar demasiado tarde incrementa el riesgo de padecer trastornos cardiovasculares y diabetes. Esto se debe a que estamos yendo en contra de nuestro ritmo biológico, ya que el cuerpo no requiere tanta energía en las últimas horas del día.

Según un informe de la Asociación Americana del Corazón (AHA), se aconseja realizar un desayuno nutritivo por la mañana y una cena ligera pero equilibrada por la noche para disminuir el riesgo de sufrir un infarto, un accidente cerebrovascular u otros trastornos cardiovasculares.

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