Terminar el verano con unos kilos de más es algo muy común, y es que en los meses de julio y agosto solemos aumentar el consumo de bebidas alcohólicas, además del de los helados y las comidas procesadas. Los datos que arroja el estudio realizado por Nutritienda también revela que en esa época del año se hace menos ejercicio y se pica más entre horas. La consecuencia es que cuando comienza septiembre se hayan ganado de 1 a 5 kilos.

La vuelta a la rutina puede traer de la mano el objetivo de deshacernos de esos kilos de más. En ese sentido, la tecnóloga de los alimentos y responsable del departamento de nutrición de la Clínica Palasiet, Irene Domínguez, revela al portal Semana algunas claves para conseguirlo sin pasar hambre ni que nuestra salud se ponga en riesgo.

No tener una buena salud del sueño alterará las hormonas de la saciedad y el hambre, por lo que dormir mal provocará un desequilibrio que desencadenará en un aumento de nuestro peso. La experta indica al citado medio que "es importante generar rutinas que restablezcan el ritmo circadiano", por lo que sería interesante fijar unos horarios tanto para cenar como para irnos a la cama. Irene Domínguez señala que entre la primera y la segunda acción deben pasar al menos 3 horas y recomienda que haya 12 de ayuno entre la última comida del día y la primera del siguiente: "Si desayunas a las 8am, cena a las 8pm".

Esta es la proporción de nutrientes que debe tener nuestro plato

Para saber qué proporción debe tener nuestro plato, Irene Domínguez cuenta que debemos mirarnos las manos y llenar "dos palmas de verdura", "una de proteína" y otra de "un carbohidrato muy bien escogido", como la quinoa, el arroz integral o una patata asada. Planificar las comidas es otra recomendación de la experta, además de aumentar el consumo de fruta y verdura. Los alimentos que tengan un índice glucémico bajo también son buenas opciones, para así evitar que se den picos de insulina. 

La responsable del departamento de nutrición de la Clínica Palasiet destaca también los alimentos que son ricos en Omega 3, como el aguacate, el salmón o los frutos secos, pues nos aportarán vitaminas y tienen propiedades antiinflamatorias, además de los probióticos, que cuidarán nuestra microbiota. Para aliñar, la experta señala al aceite de oliva virgen extra como la mejor opción.

La actividad física es otra de las claves que apunta Irene Domínguez, siendo los ejercicios de fuerza lo más recomendado. No solo nos servirá para perder esos kilos de más, también hará que aumente nuestra sensación de bienestar, al estimular la producción de endorfinas, además de darnos energía.