Nutrición y Bienestar

¿Estás haciendo dieta pero no pierdes peso? Puede deberse a una de estas causas

Para perder peso se deben ingerir menos calorías que las que el cuerpo consume diariamente.

Para perder peso se deben ingerir menos calorías que las que el cuerpo consume diariamente. / Getty images

La teoría para deshacerse de esos kilos de más es, a priori, sencilla: tan solo hay que seguir una dieta variada y saludable y hacer ejercicio. Debería ser fácil, entonces, bajar de peso, pero en la práctica hay otros factores que pueden impedir que las personas se acerquen a su objetivo de reducir el número que marca la báscula.

Este estancamiento que sufren muchas personas, a pesar de que creen que están haciendo las cosas correctamente, puede deberse a varios factores. El Español ha publicado las causas más comunes por las que, incluso haciendo dieta y ejercicio físico, no consiguen bajar de peso:

Hay un desequilibrio calórico

Puede ocurrir que incluso llevando una dieta variada y saludable y realizando ejercicio estés ingiriendo más calorías de las que quemas, lo que se acumulará en el cuerpo en forma de grasa, provocando que sea muy difícil perder esos kilos de más.

Para evitar que se dé esta situación, es importante acudir a un nutricionista profesional, para que nos haga un plan personalizado, que se amolde a nuestros gustos y estilo de vida.

Nuestro metabolismo es lento

Algunos factores como la edad, la genética o nuestros hábitos marcarán la 'velocidad' de nuestro metabolismo. Si el nuestro es lento, se nos hará más cuesta arriba el camino para conseguir el objetivo de perder peso.

Hacer ejercicio o tener una buena calidad del sueño tendría efectos positivos en este tema, mientras que fumar, tomar drogas, saltarse comidas o llevar un estilo de vida sedentario son hábitos que pueden provocar efectos metabólicos negativos.

Sufrir estrés

Padecer estrés también nos puede frenar en nuestro camino para perder peso, pues podría provocar que comamos en exceso o que acudamos a alimentos poco saludables. Además, la calidad de nuestro sueño también se vería afectado por este problema, lo que sería capaz de causar un desequilibrio hormonal, que haga que aumente nuestro apetito, creándose así un círculo vicioso con el que será difícil bajar esos kilos de más.

Por lo que si pasamos por episodios de estrés o ansiedad es importante seguir cuidando nuestra alimentación. Y si estos problemas están presentes gran parte del tiempo, afectándonos en nuestro día a día, debemos acudir a un especialista de la salud mental para tratarlos.

Otros hábitos que podemos seguir y que aportarán su granito de arena para que perdamos peso son comer despacio, pues así nos saciaremos más rápido y tomaremos una menor cantidad de comida, y realizar las cinco comidas diarias, algo que nos ayudará a evitar el picoteo entre horas. La cena, asimismo, se recomienda que sea ligera y que se tome pronto, pues la salud de nuestro sueño se verá beneficiada.

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