El Palquillo

12.000 macarenos eligen este domingo hermano mayor

Santiago Álvarez Ortega y José Antonio Fernández Cabrero, candidatos a hermano mayor de la Macarena.

Santiago Álvarez Ortega y José Antonio Fernández Cabrero, candidatos a hermano mayor de la Macarena. / D. S.

Una segunda vuelta. José Antonio Fernández Cabrero y Santiago Álvarez Ortega se vuelven a enfrentar en las urnas cuatro años después. En las elecciones de 2017, el primero resultó vencedor de los comicios por un margen de 300 votos. Se podría decir que entonces el resultado fue sorprendente, puesto que Santiago Álvarez partía con el favoritismo que le daba ser teniente de hermano mayor en la junta de gobierno presidida por Manuel García. El triunfo de Cabrero se cimentó sobre el trabajo realizado durante su etapa al frente de la asistencia social, que multiplicó sus actuaciones.

Cuatro años después, vuelven a pugnar por la vara de las capillas. Cabrero se presenta con el grueso de sus oficiales y desde el convencimiento del trabajo bien hecho y para completar su concepto de hermandad. Álvarez Ortega, que ha permanecido alejado del gobierno de la corporación, acude a la cita con un equipo distinto al de hace cuatro años para desarrollar otro modelo de hermandad.

Casi 12.000 hermanos de la Macarena están llamados este domingo a las elecciones. La convocatoria arranca temprano con la celebración del cabildo de cuentas. Tras este, sobre mediodía, comenzarán los comicios que, como es habitual, se celebran en la basílica. En esta ocasión serán 12 las mesas que se instalen, cuatro más que en 2017, para que los hermanos puedan votar con la máxima celeridad posible. Las urnas estarán abiertas hasta las ocho de la tarde, momento en el que empezará un recuento que se prolongará hasta bien entrada la noche.

El que resulte elegido por los hermanos ostentará uno de los cargos institucionales más importantes de Sevilla. Si Cabrero resulta reelegido, continuará con su labor en la misma línea emprendida en los últimos años. De ser Santiago Álvarez el designado, se anuncia un cambio profundo en la manera de gestionar y llevar a la corporación. Con importantes novedades en algunos de los puestos más importantes.La campaña electoral se ha desarrollado, como viene siendo habitual el mundo de las cofradías en los últimos años, con una cierta crispación y con tintes más propios de la política que de instituciones propias de la Iglesia. El actual hermano mayor, ha asegurado que se presenta a la reelección “por responsabilidad y compromiso”.

Fernández Cabrero quiere seguir desarrollando y ampliando el programa con el que ganó hace cuatro años. Entre sus objetivos se sitúan seguir profundizando en la espiritualidad de la hermandad, avanzar más en la formación, sobre todo en la que se puede realizar a través de las nuevas tecnologías e internet; y aumentar aún más la dimensión caritativa de la corporación mediante el desarrollo de nuevas áreas y puesta en marcha de nuevas acciones.

Cabrero es un hombre de gran religiosidad y su modelo de hermandad está marcado por ello. La fraternidad y la caridad están en el centro de su discursos, aunque también busca consolidar a una hermandad que sea un modelo en la organización de los cultos, tanto internos como externos. Durante su mandato se ha seguido modernizando el funcionamiento de la corporación con una visión muy cercana a la de las grandes corporaciones. Un ejemplo es el museo, al que se ha dado un impulso necesario.

Fernández Cabrero y Santiago Álvarez, aunque formaban parte de la junta de gobierno de Manuel García, no esconden que sus modelos de hermandad son diametralmente opuestos. “El modelo actual dista mucho de lo que pretendemos que sea nuestra hermandad”, asegura el segundo. La propuesta de Álvarez Ortega sitúa a las imágenes y los hermanos en el centro. Su modelo caritativo o de formación también confrontan con el que se desarrolla ahora.

Durante los últimos cuatro años se ha mantenido a cierta distancia de la hermandad y ha podido ir conformando su proyecto. Sorprendentemente, sólo le se mantiene en su lista una de las personas con las que acudió a las elecciones anteriores. Su campaña ha estado trufada de anuncios llamativos que han buscado provocar golpes de efecto entre los hermanos. Entre ellos, ha informado de la vuelta del anterior capataz, de la incorporación de un nuevo vestidor para la Virgen de la Esperanza, o la renovación de la capitanía de la Centuria Romana.

José Antonio Fernández Cabrero y Santiago Álvarez Ortega cuentan con una dilatada experiencia en las juntas de gobierno de las últimas décadas. El primero busca el aval de los hermanos a lo realizado en los últimos cuatro años y un espaldarazo para continuar con el proyecto que en parte se ha visto afectado por los dos años de pandemia. El segundo persigue el apoyo de la masa social para dar un golpe de timón y cambiar el rumbo de la corporación. Hay partido. Casi 12.000 hermanos de la Macarena están llamados a las urnas para elegir a su hermano mayor. En 2017 acudió el 37% del censo, un porcentaje que se espera sea superior en esta ocasión.

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