Retahílas

Cirineo de un Cristo de Kenya o Etiopía

Manuel Fernando González, entre Francisco y Ángel Delgado (su suegro).

Manuel Fernando González, entre Francisco y Ángel Delgado (su suegro). / Juan Carlos Vázquez

EL taller de los Hermanos Delgado está en un corralón de artistas y artesanos de la calle Goles. La visita tiene lugar el Miércoles de Ceniza, día de san Valentín. Comienzo de la Cuaresma en el día de los Enamorados. El protagonista de esta historia, Manuel Fernando González (Sevilla, 1974) vivió su particular flechazo cuando trabajaba de aprendiz en este taller de orfebrería que lleva en esta calle desde 1985. Aquí se enamoró de Inma Delgado, hija de Ángel Delgado, uno de los tres mosqueteros de esta Sorbona de miniaturas cuyo trabajo puede verse en la exposición que se inauguró el jueves en la Fundación Cajasol. Reivindicación de los orfebres como arquitectos y escultores de la plata.

Manuel Fernando González va a estar muy pendiente mañana de lo que ocurra en las calles de Sevilla. Todavía es pronto para que salgan las cofradías, muchas de ellas con trabajos terminados en este taller. El mismo año que los Hermanos Delgado (Ángel, Francisco, José) abren el taller en la calle Goles se disputó el primer maratón de Sevilla. Manuel Fernando lo ha corrido en cinco ocasiones. En dos ocasiones terminó el de Valencia y por su cuarenta cumpleaños, en 2004, su mujer le regaló la inscripción para correr el de Berlín, uno de los seis grandes clásicos junto a Nueva York, Chicago, Boston, Londres y Tokyo. “En Berlín corrí dos maratones, el turístico y el deportivo, porque ya que estás allí quieres verlo todo, incluidos los restos del muro”.

“Es el mejor orfebre de todos los maratonianos, el mejor maratoniano de todos los orfebres”, dice Francisco Delgado, uno de sus tres ‘preparadores’ en una disciplina, la orfebrería, en la que también hay que tener alma de Filípides. “Hay que trabajar a la carrera, porque si no lo terminas antes de Semana Santa, la pieza no sirve”, dice uno de los hermanos Delgado. El corredor se especializó en lampistería, “se trata de enderezar, formar, hacer las estructuras de la pieza, el anclaje. Te tienes que fabricar tus propias herramientas”. Uno de los Delgado explica que “en el dibujo de un arquitecto, sería hacer trabajos de albañilería, de fontanería”. El maratoniano celebra este año sus bodas de oro con la vida y sus bodas de plata matrimoniales. Se casaron en San Roque el 8 de mayo de 1999. Tienen una hija, Lucía. Su primer maratón de Sevilla lo corrió en 2009. El último, en 2019, “justo un año antes de la pandemia”. En ambos casos, vencieron corredores etíopes, aunque en lo que va de siglo la palma de triunfos se la llevan keniatas, compatriotas de Kelvin Kiptum, el plusmarquista mundial que acaba de fallecer en su país en accidente de tráfico.

El orfebre maratoniano, trabajando la plata en el taller de Goles. El orfebre maratoniano, trabajando la plata en el taller de Goles.

El orfebre maratoniano, trabajando la plata en el taller de Goles. / Juan Carlos Vázquez

Trabaja en lampistería y su esposa es cinceladora. El ritmo en el taller es de vértigo y más en estas fechas. Un corralón donde comparten espacios con artistas como el escultor Jesús Méndez Lastrucci o el pintor Paco Broca. Este año ultiman encargos como sendos candeleros para el Cerro del Águila o Santa Genoveva, dos de las cofradías ‘maratonianas’ por la distancia que tienen que recorrer desde sus respectivas barriadas para incorporarse a la carrera oficial. Su agenda de encargos es un mapa de Andalucía: Lucena, Ubrique, Dos Hermanas…

Quiere volver a correr el maratón, pero prefiere reservarse para otras ediciones porque tiene muy reciente la ultramaratón Doñana Travel, corriendo desde Sevilla hasta El Rocío. Una prueba que hace con agrado porque es rociero en todos los sentidos: no sólo como Marathon Man; del taller salieron la corona para la Virgen del Rocío que le donaron a la hermandad matriz todas las hermandades; y la corona del pastorcito donada por el pueblo de Almonte. Han modificado y hecho los faldones de carretas de diferentes hermandades. Con su esposa, los dos pertenecen a la de Villamanrique de la Condesa.

El aprendiz se doctoró. “En orfebrería la formación es muy completa. Tienes que tener nociones de soldadura, carpintería, herraje. Aquí no se hacen trabajos por serie, son encargos exclusivos”. Abel Antón y Martín Fiz son sus referencias en el maratón. El primero se llevó el oro en el Mundial de agosto de 1999, el mismo año que se casó con la hija de uno de los hermanos Delgado y se incorporó a esta familia legendaria de la orfebrería local y nacional.

Es rociero, hermano de la de Villamanrique y ha ido corriendo desde Sevilla a la aldea

Al maratón llegó por un extraño vericueto. “Yo jugaba al fútbol, pero después de licenciarme de la mili, en el cuartel Alfonso XIII de Caballería, en Bellavista, tuve una lesión muy grave de rodilla. Cuando me operé y fortalecí la pierna, decidí volver a hacer deporte”. Correr le relaja, como sumirse en este mundo artesanal de la orfebrería. Es hermano del Gran Poder y de San Roque, iglesia en la que se casó. En el Evangelio de san Juan éste se detiene en el Domingo de Pascua. “Pedro y el otro discípulo salieron corriendo hacia la tumba. El otro discípulo corrió más rápido que Pedro y llegó primero”. Se refiere a Juan, el hermano de Santiago. El maratón suele empezar en el estadio de la Cartuja. El estadio es una medida de distancia en los Evangelios que no tiene ninguna relación con estos recintos.

El taller de Hermanos Delgado y el maratón de Sevilla son cosecha de 1985. El año que Gordillo ficha por el Madrid, paso del ecuador de la primera legislatura de Manuel del Valle como alcalde de Sevilla. Faltaban unos años para que un joven aprendiz llegara al taller de la calle Goles para aprender un oficio. El día de san Valentín buscó una iglesia por la tarde para que le impusieran la ceniza. Le gusta encontrar nexos espirituales entre su trabajo material y la carga simbólica que representa. Se matriculó en Liturgia y Nueva Evangelización en la Facultad de Teología sita en el Seminario Metropolitano.

Su mejor marca está en 2 horas 58 minutos. El maratón es la especialidad del atletismo que más se parece a la orfebrería. Por la larga distancia entre la salida, los encargos, y la meta, la entrega de los trabajos, y porque también se verán sus resultados por muchas de las calles de Sevilla que lucen las excelencias de Hermanos Delgado. El maratoniano, que entró en el taller en 1991, es un cirineo de un Cristo por las calles de Sevilla que unas veces es etíope, otras kenyata.

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